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Megaminería en Chubut, la dignidad de un pueblo en resistencia | Revista Colibri
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Megaminería en Chubut, la dignidad de un pueblo en resistencia

Por Marina Zato

A un mes de los incendios que afectaron especialmente a la Comarca Andina, los últimos fuegos se apagan. Pero los intentos de las mineras de instalarse en la provincia de Chubut y la persecución y criminalización de la protesta continúan vigentes. 

La resistencia popular ha llevado al fracaso un nuevo intento del gobernador Mariano Arcioni para aprobar la zonificación minera. Es la lucha de un pueblo movilizado lo que impide torcer las voluntades necesarias para conseguir los votos faltantes hasta el momento. Mientras tanto, el nuevo proyecto de iniciativa popular descansa en la Legislatura, con vencimiento para su tratamiento en junio. Al respecto, Silvina Borgia, miembro de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados del No a la Mina, explica que: “La tienen que aprobar sin modificaciones porque es la voluntad del pueblo. Es la forma en que elegimos vivir en esta provincia, es nuestra autodeterminación. Están esperando que bajemos la guardia para tratar la zonificación. Por eso no podemos bajar los brazos, tenemos que seguir resistiendo en la calle”. 

La lucha en Chubut tiene un primer antecedente hace más de 20 años con el rechazo al basurero nuclear en Gastre, con un movimiento importante en defensa del ambiente. En 2002, hubo un intento de la empresa Meridian Gold, en Esquel, de explotar un yacimiento de oro que se encuentra a seis kilómetros de la ciudad. “La empresa desembarcó de la manera en que lo hacían siempre. Llegan a un lugar, presentan todos los beneficios de la minería, el trabajo, entre otras cosas. Pero, en ese momento, entre los asistentes a la reunión donde se explicaba cómo se iba a llevar a cabo el proyecto, había dos profesoras de química de la Universidad San Juan Bosco, que escuchaban los relatos de la minera y no les cerró. Ellas tomaron una decisión que fue la que cambió la historia en Chubut”, cuenta a Revista Colibrí Silvina Borgia. 

Explica Borgia que, hacia el 2003, la gente se empezó a reunir en asambleas que fueron creciendo de manera exponencial. Así, ese año, se llegó a llamar a un plebiscito no vinculante. En este, el no a la megaminería logró imponerse por el 81,4%. La negativa por parte de la población fue tan importante que se abandonó el proyecto. “Al año siguiente suceden dos cosas. Por un lado, el Concejo Deliberante de Esquel nombra al 23 de marzo como el Día de la Dignidad de Esquel. Y, luego, se sanciona la Ley 5.001 (2.768) que, en su Artículo 2, tiene una cláusula que pauta un plazo de 120 días para que se pueda plantear un proyecto de zonificación. Esos 120 días caducaron en 2003”. 

A partir de la gesta que se produce en Esquel, todos los días 4 de cada mes, llueva, nieve o haga calor, se desarrollan marchas en contra de la megaminería. Son marchas ininterrumpidas y quienes poseen negocios ponen banderas en puertas o ventanas. Con el paso del tiempo, las asambleas se fueron multiplicando a lo largo y ancho de la provincia. En 2002, se conformó la Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut

Foto: ANRed

“Ante el conocimiento de que la Ley 5.001 prohibía la minería a cielo abierto y la utilización de cianuro, pero permitiría la explotación por galería, quisimos mejorar la legislación y, por medio de un mecanismo de democracia semidirecto que es la iniciativa popular, redactamos un proyecto de Ley que prohíbe la minería en todo el territorio y el uso de un montón de sustancias que son hasta peores que el cianuro. Necesitábamos 11.000 firmas y obtuvimos más de 13.000”, dice la representante de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados del No a la Mina. Desde entonces, el proyecto tiene seis meses para tratarse. Según la organización, se puede aprobar o rechazar, pero no se puede modificar, por ser un proyecto del pueblo. “En 2014, cuando se vota la iniciativa popular, compañeros le sacaron una foto desde la tribuna al celular del diputado Muñíz, donde se veía cómo estaba intercambiando mensajes con el gerente de la minera para modificar la Ley acorde a los requerimientos de la empresa”, denuncia Borgia. Así se aprobó la Ley y, gracias a la lucha del movimiento, se logró vetar, pero no así la sesión.

Cuando Das Neves muere, asume su vice, Mariano Arcioni. Arcioni se había candidateado en ese momento como Diputado Provincial, manifestándose en contra de la megaminería y a favor del cuidado del agua. Cuenta Silvina que: “Cuando asumió como gobernador, cambió su postura a pro-minero. Desde hace tres años estamos esperando que saque de la galera este proyecto de zonificación que venimos resistiendo. Hay que pensar que, en Chubut, nadie es elegido nombrándose como pro-minero y nadie quiere votar la zonificación”.

En junio de 2020, se lanza la segunda iniciativa popular ante la falta de tratamiento de la iniciativa previa. En ese momento, se necesitaban 13.000 firmas y, en poco más de un mes, se reunieron 30.916. La iniciativa se presentó el 16 de octubre. “La gente nos pedía planillas para personas aisladas por Covid-19. Ni siquiera hizo falta convocatoria, porque la gente se autoconvocó. El 5 de noviembre el gobernador sacó a la luz su proyecto de zonificación clandestino”, declara Borgia y añade que: “Decimos que es clandestino porque lo escribió a espaldas del pueblo, sin convocar a las asambleas, a especialistas, a la vez que no respeta el acuerdo Escazú. Ante una explosión de casos, habíamos decidido no marchar el 4, pero sí leer un documento. El día 5, en un Zoom junto a Matías Kulfas, presentan el proyecto de zonificación. Por eso, el día 6 fuimos todos a la calle de nuevo, en este contexto de pandemia”.

Desde ahí, se han hecho diferentes presentaciones judiciales y denuncias penales. Esto incluye presentaciones por falsedad ideológica. Hay cuatro pedidos de juicio político presenciales, pero todo continúa en la procuraduría de Trelew. 

Además, sostiene Borgia que: “Sabemos que el ministro de seguridad de la Provincia tiene policías infiltrados. Han filmado a personas en manifestaciones y anunciado luego sus nombres y sus lugares de trabajo, sometiéndoles al escarnio público”. Según sus registros, ya son 19 los vecinos que han sido señalizados. Incluso, algunos de ellos no se encontraban en las manifestaciones, pero han sido criminalizados por ser identificados como parte de las asambleas del No a la Mina. Se repite en Chubut la criminalización de la protesta, de la lucha, de la participación popular. “Arcioni está hambreando al pueblo chubutense, está criminalizando la protesta y nos está llevando a una situación de estallido social. Lo decimos hace mucho tiempo: responsabilizamos de nuestra seguridad tanto al presidente de la Nación, Alberto Fernández, al gobernador de la provincia, Mariano Arcioni y al Ministro de Seguridad Federico Massoni”, enfatiza Borgia. 

Minería: negocio de pocos, veneno de muchos

El 30 de julio de 2002 la empresa Meridian Gold organizó una charla abierta a la comunidad en el auditorio municipal de Esquel. La sala estaba llena. Marta Sahores, asambleísta en Esquel y licenciada en Química de la Universidad de Buenos Aires, con especialización en Fisicoquímica, estaba presente en la charla junto con su compañera de la Universidad, Doctora en productos naturales, farmacéutica y profesora de orgánica. Sahores dijo a Revista Colibrí: “Un señor llamado Cobos de apellido se presentó para dar una clase de cianuro. Hablaba como si estuviera vendiendo un producto, y después nos enteramos de que era el gerente de venta de la empresa Du Pont, que era la que le vendería el cianuro a la minera. Él daba la conferencia, pero estaban también el gobernador, el intendente, el ministro de ambiente, un montón de gente de la provincia”.

“Las mentiras eran alevosas, decían que el cianuro es menos veneno que la lavandina que se vende en los supermercados o que si fuera veneno, ya estaría envenenado porque tengo un saco azul que es cianuro férrico, entonces ya tendría que estar envenenado’ y cosas así. Mentiras, pero alevosas”, afirmó la química. 

Sahores ratifica que el cianuro sí es veneno porque, así como capta el oro, la plata y otros metales de las rocas molidas, también extrae el hierro de una enzima que es la citocromo oxidasa: “Cuando le saca el hierro a esa enzima, ésta muere y la célula muere; es decir, no puede respirar. Entonces, el cianuro saca el hierro de la enzima de respiración celular y la persona muere. Tal es así que los muertos de cianuro quedan ‘rosaditos’; es decir, el oxígeno llegó a las células, pero las células no pudieron respirar”. 

“La gente que conoce puede defender” 

“Nosotras salimos y nos planteamos en la puerta cuál era nuestra responsabilidad, porque éramos las que podíamos dar un poco de luz sobre este tema. Tomamos ahí mismo, en la puerta, el compromiso de informar sobre esto. A los 15 días ya habíamos investigado y estábamos dando conferencias al respecto”, añade Sahores.

Fue tal el movimiento generado que, las mismas empresas que comenzaron diciendo que el cianuro no era contaminante, fueron modificando su discurso y proponiendo nuevos métodos, incluyendo uno para destruir el cianuro, dice Marta Sahores. Explica que: “Antes del plebiscito, para cuando se vieron acorralados, dieron la mentira más esclarecedora de todas, porque dijeron que iban a usar un método no contaminante sin cianuro. De ocho meses que venían diciendo que no era contaminante, después iban a usar un método novedoso sin cianuro. La misma gente que iba a las conferencias, los mismos vecinos, decían que las mineras estaban mintiendo”.

Antes del plebiscito, la química y su compañera llevaban realizadas más de 40 conferencias. Durante ese tiempo, tuvo tres amenazas de muerte y luego hubo más.

“La gente que conoce puede defender. Por eso nosotras decidimos que había que dar conocimiento científico a la gente, para que puedan elegir. Primero éramos docentes universitarias dando conferencias, después nos la jugamos y empecé a formar parte de la asamblea”, afirmó Sahores. Repartían cartillas en marchas con la insignia ‘vecinos informan a vecinos’, con novedades de último momento y argumentos científicos. Mario Das Neves, en una conferencia en Canadá, había dicho, también, que la gente en la provincia de Chubut sabe”, sostiene Sahores y añade que: “Hay que destacar la dignidad de un pueblo. El pueblo dice no y lo dice en toda la Provincia. La ciudadanía tiene que defender el ambiente y la dignidad de su pueblo. Las mismas leyes mineras hablan de que tienen que tener licencia social y, aquí, no la tienen”.

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Los riesgos de la megaminería

Muchos son los proyectos mineros que se quieren instalar en Chubut. Uno de los más importantes y con el que se quiere empezar en la meseta es el Proyecto Navidad para plomo y plata. Cuenta Sahores que “Dicen que sería la mina más grande del mundo. Por supuesto, los políticos están atrás para que se ponga. Empiezan con esa y siguen con todo”. Otro proyecto importante es el de uranio, un elemento químico radioactivo, que estaría en Cerro Solo. “La radioactividad no avisa y corre a muchísimos kilómetros, la prueba la tenemos en los accidentes nucleares que han ocurrido en el mundo”, sentencia la química.

El yacimiento Navidad es propiedad de la empresa canadiense Pan American Silver. Es un proyecto minero que abarca un total de ocho depósitos de minerales, de los cuales cinco se encuentran en una misma línea continua de seis kilómetros. El yacimiento está cerca de tres localidades chubutenses: Telsen, Gan Gan y Gastre. Navidad está prohibido. La propia empresa ha reconocido en su sitio web la existencia de la Ley 5.001 en Chubut que prohíbe en toda la provincia la minería a cielo abierto y el uso de cianuro para el procesamiento de minerales. 

El efecto más alevoso, según explica Sahores, es el uso del agua que es en cantidades exorbitantes y también el drenaje ácido. La montaña tiene atrapados en la piedra, además del oro y la plata, sulfuros. Cuando, para poder extraer el oro y la plata, revientan la montaña y la hacen polvo, todos los sulfuros de la roca pasan a estar al aire. Explica que: “Si están al aire, se oxidan a óxido sulfúrico. Y el óxido sulfúrico en agua es ácido sulfúrico. De ahí es que el drenaje, lo que drena es ácido. Ese drenaje ácido, además, favorece la movilización de los metales pesados que también estaban en la roca y también quedaron expuestos. Esta movilización de los metales pesados pasa a los ríos, a los arroyos, a los cursos de agua y llega hasta el mar”.

Explica Sahores que problemas químicos generan el cianuro y el cianuro residual que queda. También el drenaje ácido y los usos de grandes cantidades de agua y su contaminación, y grandes cantidades de energía. “Por ejemplo, en Catamarca, bajo la Alumbrera, tienen autorización para usar 86 millones de litros de agua por día. Es mucho más que el consumo total de la provincia. Y la energía, el 86% del consumo total de la energía de la provincia lo usan los mineros”. Por eso, también las industrias extractivas incluyen métodos no convencionales de energía, como por ejemplo Vaca Muerta, porque necesitan en gran cantidad. Esos son los efectos inmediatos de la contaminación minera. 

Por otro lado, existen accidentes. Dice Sahores que: “Hemos visto en San Juan, un pueblito que quedó tapado. En Brumadinho, en Brasil, cayeron impresionantes cantidades de lodos con cianuro y metales pesados sobre una población, con muchos muertos”. Refiere, en este caso, al desastre ambiental del 25 de enero de 2019, cuando el dique minero con aguas residuales de la mina Córrego de Feijão se derrumbó, derramando miles de metros cúbicos de agua y barro tóxicos sobre una población. 

Un informe del año 2017, denominado “Dique de colas: la seguridad es no accidente” del Programa para el Ambiente de las Naciones Unidas ha confirmado por lo menos 104 desastres de diques de colas (basureros mineros) desde los años 90 hasta el 2016. En la Provincia de San Juan, entre el 12 y el 13 de septiembre de 2015, tuvo lugar en Veladero – mina explotada por Barrick Gold – el mayor accidente minero de la historia del país. En ese momento, millones de litros de una solución de cianuro y metales pesados cayeron al Río Potrerillos, lo que desembocó en la contaminación de otros cuatro cursos de agua. No es el único accidente minero sucedido en dicha provincia. 

En diciembre de 2020, la Asamblea Jáchal No Se Toca de San Juan realizó una presentación judicial denunciando envenenamiento de aguas. Desde Obras Sanitarias Sociedad del Estado (OSSE) de la provincia, explicaron a los vecinos que la producción de agua no es suficiente para abastecer a todos los barrios, por lo que, en plena pandemia del coronavirus, las familias pasaron días sin agua. En 2017, se había realizado una muestra de agua de la red potable de Jáchal, donde se detectaron cuatro microgramos de mercurio por litro de agua. En el Río Jáchal se detectaron tres microgramos por litro, lo que da cuenta de la contaminación del agua del río que ingresa a la red de agua para consumo humano. En la zona, el mercurio se excede un 300% por encima del límite permitido para que no provoque daño en los seres humanos. 

En Santa Cruz, en 2017, se produjo un derrame de solución cianurada en el proyecto CAP OESTE-El Tranquilo, a cargo de la empresa Patagonia Gold. La información al respecto fue silenciada. Cuando se logró la inspección, el acta indicó que el área afectada por el derrame había sido superior a lo informado tardíamente por la empresa.

Actualmente, en Catamarca, mientras el proyecto MARA avanza sin licencia social para ello, integrantes de la Asamblea El Algarrobo son detenidos de manera fraudulenta. Con la ciudad de Andalgalá sitiada, policía provincial y grupos especiales llevan a cabo detenciones de asambleístas que se encontraban manifestándose pacíficamente en las marchas que se llevan a cabo desde hace diez años, llamadas “Caminatas por la vida y por el agua”. Los reclamos del pueblo de Andalgalá se amparan en la ordenanza 029/16 que prohíbe la actividad minera en la cuenca alta del río Andalgalá. También se debe tener en cuenta que el proyecto viola la Ley de Glaciares y la Ley General del Ambiente. 

Foto: Roberto Campos

Minería a gran escala y cielo abierto en Argentina

La minería a cielo abierto y en gran escala es algo relativamente nuevo en Argentina. En 2001, se publicó una guía para inversores sobre las razones para invertir en este rubro en el país, desde la Subsecretaría de Minería. A mediados de la década de los noventa, luego de la reforma de la Constitución de 1994, comenzó un incentivo y desarrollo de la actividad. Con la reforma, se había asignado a las provincias el control del subsuelo que era, hasta entonces, potestad nacional. También tuvo impulso la actividad luego de la reforma del Código de Minería que garantiza a las empresas derechos de propiedad perpetuos, transferibles y no discriminatorios. 

Estas reformas incluyeron facilidades impositivas y tributarias para las mineras, con bajos cánones, bajas retenciones y acceso a reembolsos y plazos de explotación ilimitados. Según sostienen desde la Asamblea No a la Mina, a lo largo de los diferentes gobiernos que se sucedieron desde 1994 hasta la actualidad, no se ha modificado la política minera, más que moviendo el porcentaje de retenciones.

Solidaridad entre las cenizas

Víctor Manuel Flores pertenece al servicio de manejo del fuego de la Provincia de Chubut como jefe de brigada. Forma parte de la brigada de Golondrinas, que fue destruida por los incendios en el mes de marzo. El fuego generó tres víctimas fatales, herides y aproximadamente 500 casas arrasadas, incluyendo la profunda pérdida de biodiversidad, flora y fauna. En total, se estima que las hectáreas afectadas son más de 13.000. En diálogo con Revista Colibrí, Flores cuenta que: “Llegamos a ser más de 200 brigadistas trabajando. La experiencia fue muy fea. No se podía hacer nada más que tratar de salvar a la gente, pero ver que no podíamos hacer mucho contra el fuego. Era imposible. No podíamos hacer más que tratar de salvarnos y salvar a la gente para que no se queme. Era muy feo saber que no lográbamos ayudar a todo el mundo. Venía a ayudarnos gente de todos lados, pero para todos era asombro, de ver cómo se quemaba todo y saber que no podíamos hacer mucho”.

Con un fuerte apoyo por parte de la población, las personas y familias afectadas por los incendios buscan reconstruir sus viviendas. En este contexto, surge BioReConstruimos, una agrupación de bioconstructores movilizades por la magnitud de la pérdida experimentada en la Comarca Andina. Está conformada por arquitectes, constructores, albañiles y otres profesionales que se organizan para llevar a cabo la reconstrucción de hogares para las familias afectadas, desde un punto de vista eficiente. Esta y otras organizaciones sociales, como Autoconvocadxs por el Bosque, se han congregado y movilizado desde principios de los incendios para ayudar a les brigadistas, para responder a las necesidades de la población y brindar soluciones a las familias afectadas. 

Pese a la situación de emergencia que vivió en la zona en las últimas semanas, la condición laboral y salarial de les brigadistas en Chubut es precaria. Dependiendo del rango, el gobierno provincial adeuda uno o dos salarios a quienes ejercen este rol. Además, no se han llevado a cabo paritarias a lo largo de mucho tiempo. Mientras trabajaban en las zonas afectadas por los incendios, les brigadistas se manifestaban reclamando condiciones laborales y salariales adecuadas.

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