Loader
Asueto - Vuelos de Emergencia | Revista Colibri
10422
post-template-default,single,single-post,postid-10422,single-format-standard,bridge-core-1.0.5,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-18.1,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.2,vc_responsive

Asueto – Vuelos de Emergencia

Por Ernesto Castelnovo


En el laburo dieron asueto por la muerte de un compañero de otra área. Yo casi no
lo conocía. Sólo un par de veces nos habíamos cruzado vaciando el mate,
desesperados por irnos.
Me puse la campera y huí: el día estaba hermoso. Tomé el bondi y me bajé un poco
antes para caminar. Pasé por la puerta de una escuela y vi a los chicos de la
primaria saliendo. Me dieron ganas de comprar un Torpedo de frutilla. Me dieron
ganas de tener 7 años. De que mi vieja me abrigue de más y de salir cagado de
calor a las 4. De comer mucho y que no me importe engordar. De jugar al fútbol todo
el déa sin cansarme. De que me guste alguien por una semana. De descubrir
capitulos nuevos de El Chavo. De hacer la tarea y merendar siempre a la misma
hora. De no necesitar la birra ni el wifi. De que mis viejos trabajen y me mantengan.
De salir a la calle sin las llaves ni la plata. De tomar Ades de naranja. De llorar más
seguido. De dormir 10 horas sin despertarme. De no saber qué es cojer. De
imaginarme como sería de grande. De no ir a la oficina ni necesitar asuetos para
ponerme contento.
Me acordé de que el asueto era por una muerte y me sentí un forro.
Qué ganas de tener 7 años.

No Comments

Post A Comment