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Alfredo Jaar - Foto de la semana | Revista Colibri
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Alfredo Jaar – Foto de la semana

#HOY en la #fotodelasemana: compartimos una fotografía protagónica de Rwanda Project, de Alfredo Jaar, fotógrafo chileno. Hace referencia al genocidio de los tutsi que ejerció el gobierno hutu de Ruanda, país de Africa Central en 1994 . Jaar decide viajar para documentar lo ocurrido en Ruanda tras haberse conmovido con la masacre que, en tres meses, terminó con la vida de un millón de personas (de una población de ocho millones). Pero al encontrarse con el crudo horror de miles de cuerpos asesinados de las peores formas, y ante una sociedad insensibilizada por el constante bombardeo de imágenes de la masacre, el fotógrafo se topó con otro paradigma. Tomó miles de fotografías pero decidió mostrar solo una: los ojos de una joven sobreviviente, con la que realiza la obra «The Eyes of Gutete Emerita».

«Hay un desfase tan grande entre la realidad y lo que uno quiere decir… Pensé que las fotografías no transmitían lo que yo quería y terminé utilizándolas, sin mostrarlas» – Alfredo Jaar

Coloco en una habitación dos pantallas y cuatro contando su historia.

«Gutete Emerita, de 30 años, parada frente a una iglesia donde 400 hombres, mujeres y niños Tutsi fueron sistemáticamente masacrados por un escuadrón de la muerte Hutu durante la misa del Domingo. Ella estaba asistiendo a la misa con su familia cuando la masacre inició. Asesinaron con machetes en frente de sus ojos a su marido Tito Kahinamura, de 40 años y a sus dos hijos, Muhoza de 10 y Matirigari de 7. De alguna forma, Gutete logró escapar con su hija Marie Louise Unumararunga, de 12 años. Se escondieron en un pantano durante tres semanas, saliendo sólo en la noche para buscar comida. Sus ojos se ven perdidos e incrédulos. Su cara es la cara de alguien que ha presenciado una increíble tragedia y ahora viste de ella. Ella volvió a este sitio en el bosque porque no tiene otro lugar a donde ir. Cuando le habla a su familia perdida, hace gestos a los cadáveres en el suelo, pudriéndose en el sol de África.»

También reprodujo los ojos de Nduwayezu, un huérfano refugiado que presencio el asesinato de sus padres, en miles de diápositivas y las colocó sobre una mesa en un cuarto negro.

«Bueno, simplemente sucedió así: quería crear un volúmen que representara aproximadamente un millón de diapositivas, en referencia al millón de muertos en Ruanda»

 

Las fotografías de la masacre no fueron expuestas, el artista decidió guardarlas en cajas y montar una instalación donde solo se podía leer la descripción de las fotografías.

La razón por la cual no muestra este material, es porque plantea la problemática de que la fotografía de guerra ha avasallado la capacidad de conmoverse y propone nuevas formas de representar el dolor.

«Estoy interesado en el mundo. Estoy fascinado por lo que está sucediendo en el mundo. No hay ficción mejor que esta realidad que nos rodea. Entonces, analizo las noticias. Me interesa la forma en que los diferentes medios transmiten las noticias. En el caso de Ruanda, seguí la tragedia desde el principio. Estaba indignado por cómo nos dijeron que esto estaba sucediendo. «Ayer, se recuperaron 35,000 cuerpos; estaban flotando en el río Kagera». «Treinta y cinco mil cuerpos, y era sólo una historia de cinco líneas en la página 7». «Me tengo que ir», pensé, «hay algo que tengo que decir sobre esto». Fue la experiencia más horrible en mi vida. Fuimos a reunir evidencia, un asistente y yo. Pasamos tiempo hablando con la gente, fotografiando la situación. Hemos acumulado probablemente trescientas cincuenta imágenes de las cosas más horribles, tanto así que, cuando volví a Nueva York, no quería mirarlas. Pero cuando finalmente tuve el coraje de analizarlas, me di cuenta de que no podía usarlas. No tenía sentido; la gente no reaccionó a este tipo de imágenes. ¿Por qué lo harían ahora? Estaba empezando a pensar que debe haber otra manera de hablar sobre violencia sin recurrir a la violencia. Debe haber una manera de hablar sobre el sufrimiento sin hacer que la víctima sufra nuevamente. ¿Cómo lo representas, respetando la dignidad de las personas en las que te estás enfocando?»

 

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