por Cronistas Populares y Colibrí Revista
Alrededor de 200 personas se manifestaron hoy al mediodía en la embajada de Honduras, ubicada en la avenida Santa Fé 936, en pleno centro porteño, en repudio al asesinato de Berta Cáceres, líder indígena del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh). Adhirieron organizaciones sociales y activistas nacionales e internacionales que se convocaron tanto en Buenos Aires, como también en el resto de Latinoamérica.
El hecho sucedió en la madrugada del pasado jueves, luego de que un grupo de hombres armados ingresara al domicilio de Berta, en La Esperanza Intibucá, habiendo forzado la puerta trasera. Allí dispararon mortalmente primero contra Berta y después hacia Gustavo Castro, activista mexicano, ocasionándole heridas graves.
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| Lucha de Hagamos Lo Imposible |
Previamente, Berta había recibido amenazas por parte de sicarios, a causa de su lucha contra la instalación del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, financiado por la empresa DESA, que afectaría tanto al Río Gualcarque, como a la comunidad originaria de Río Blanco. El Copinh aseguró en un comunicado oficial que en los últimos seis meses la hostigación a Berta fue incrementando, “desde disparos contra su auto hasta amenazas verbales por parte del ejército, la policía, el alcalde Raúl Pineda y la propia corporación DESA”.
Esto sucede dentro de un contexto político en Honduras, en donde en el año 2009 se efectuó un golpe de estado que derrocó al ex presidente Manuel Zelaya y estableció un gobierno que multiplicó la privatización de recursos naturales y la instalación de empresas transnacionales.
Berta Cáceres, líder de la comunidad lenca, además de haber recibido el Premio Ambiental Goldman, en 2005, encarnaba una lucha anticapitalista y antipatriarcal. Lamentablemente, se suma a una larga lista de asesinados por orden de DESA y en complicidad del Presidente Juan Orlando Hernández.
Por último, Lucha, integrante del Frente Juvenil Hagamos Lo Imposible, en La Brecha, expuso ante los presentes que nuevamente “Nos convencemos que la única salida que tenemos los pueblos oprimidos para nuestra liberación es un cambio social profundo y de raíz, con total independencia de clase”. “Como nos dijo su hija Laura, militante de nuestra organización, Berta está viva en la lucha de América Latina”, aseguró y luego agregó: “Como todos los y las compañeras caídas no serán jamás olvidadas”. “No habrá perdón ni reconciliación. Serán semillas, semillas de rebeldía, lucha, organización y poder popular”, remató.
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