Loader
"Antes" - Vuelos de emergencia | Revista Colibri
3066
post-template-default,single,single-post,postid-3066,single-format-standard,bridge-core-1.0.5,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-18.1,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.2,vc_responsive

Sofía Ailén Fusario nos trae «Antes», por Carolina Lesta                                               en Vuelos de emergencia (sección poética)-

Tu vieja se murió de un cáncer de miedo

y vos

vos

vos

decís que me querés

Ahora que lo pienso éramos hermosos

y ya el mundo era una mierda

la gente se moría o se dejaba de querer.

Tu vieja se murió de un cáncer de miedo

y yo

no sabía entonces como ahora no sé

coser a máquina

sacar gajos de una planta

batir un bavaruá

tejer con dos agujas

hablar francés

deshuesar un pollo

arreglarme el pelo

dividir por dos cifras

ser bonita

dejarme llevar

pero antes de que tu vieja se muriera

antes del cáncer

antes

antes

del olor a alcohol mentolado

antes

antes digo yo

antes

de una conadep

de un partido comunista

y un comunista invitado a nuestros cumpleaños

un italpark

una panadería

una tía susana

y un gato

un tío carlos pálido

que lloraba a las doce en noche buena

un secreto

la familia colemann

antes

antes

un renault doce gris

dos puntos en la cabeza de tu madre

y tu padre dispuesto a ser el alma de las fiestas

un vino tinto picado

yo digo antes de todo eso

antes

antes de la universidad de las madres

antes del departamento en caballito

antes de las clases de semiología

del frío

antes de la merca

de la primera salida al gran rex

y del primer beso de lengua

antes de cosecha roja de hamet

y antes de chuparte los dedos viendo una de godart

antes cuando había cospeles y teléfono público

y una vieja sin cejas atendía una librería en corrientes

antes de tower y el disco de martirio

tu vieja se murió

y después todo cambio mínimamente en el mundo

antes de que tu vieja muriera de un cáncer de miedo

yo era un chica peronista del conurbano bonaerense

no sabía de truffaut

de palacios

de gonzalez tuñon

antes de vos

yo creía en el estado

era una chica casi cristiana

con una idea montonera de la vida

me gustaba el vino blanco

y las películas de terror

desde entonces no me gustan las gallinas ni gardel ni los paraguas

antes de vos

antes

yo aprendí a robar estéreos

aprendí una muerte joven

aprendí a amasar pizzas

a no preguntar por mis abuelos

a no contestarle a la maestra

a no desmentir a mi madre

a no pegarle a mis hermanos

a no chaparme a los amigos

aprendí a rezar el ave maría y a confesarme

aprendí a fumar a escondidas de mi padre

aprendí a besar con un tomate

antes del cáncer de tu vieja

yo tocaba en una banda

y fumaba porros mal armados

componía canciones sin remate

usaba una campera con tres cierres

y amaba con locura a joe ramone

y aun antes de joe de vos de tu vieja del cáncer y del miedo

miraba ya con desconfianza

buscando siempre la puerta de salida

nunca cantaba el feliz cumpleaños

ni me reía con el chavo

y huía cuando había limpieza general

antes

cuando adrián el vecino de la vuelta sacaba sus vinilos

me pasaba horas viendo

el brillo negro girar

y antes yo en silencio escuchaba ska

antes

y antes de antes de todos los antes

antes de todo

antes de vos

antes de mí

antes

antes

yo    ya    lloraba.

BIO :  Carolina Lesta  (La Plata, 1971) es Psico. Social y Especialista en Atención Temprana. Además es creadora y realizadora  junto a Virginia Janza de “La Dominga, literatura y tapas”, un encuentro taller donde se come se bebe, se escribe y se lee. (2014 a la actualidad). También es coautora y coconductora, junto a Fabian Leppez, de los ciclos “Fuego. Ciclo de poetas escorpianos” (2016) y en la actualidad  “El Club de los Poetas Cumbieros”, poesía ritmo y sustancia en La Casa del Conde. Ha publicado su primer libro, “Anarcoamor” con El Ombligo Cuadrado Editorial, este año; y ha participado de la Antología “Tetas, historia de pechos” de Editorial Textos Intrusos. 

Imagen: Rick Beerhorst

No Comments

Post A Comment