Bicichangos: la bici como instrumento

Entrevista a Bicichangos

Por Paula Colavitto

Fotografías: Paula Colavitto, Nahuel Manzano

Es domingo temprano por la mañana, el cielo está nublado con una amenaza constante de lluvia , todas las condiciones están dadas y son perfectas para estar en casa, pero no.
Lejos de la ciudad, en la localidad de Yerba Buena, provincia de Tucumán, hay un grupo de adolescentes despiertos, activos y organizados. Son les Bicichangos, en palabras de uno de sus fundadores, «un grupo de personas que comparten viajes y cuestiones relativas a la bici con adolescentes».
Están juntes porque hoy toca salida en bicicleta con posterior caminata cerro arriba, yo les acompaño con algo de nervios de ciclista principiante. Me ofrecen una banana de desayuno, última revisión del estado de las bicis y ronda de presentación, la cual consiste en darle un puntaje al estado de ánimo en el que se encuentran esa mañana y proponer un estiramiento para ir calentando los cuerpos. Se escucha el numero 7, el 8, pocos 10 ya que al parecer, hay mucho cansancio y pachorra porque claro, han madrugado.
¡Preparados! ¡Fila India y a arrancar!

– ¿Cómo nace Bicichangos?

– Santiago (coordinador, fundador): Nace a partir de una invitación que recibo por parte de Erika, otra compa de Bicichangos, que estaba haciendo apoyo escolar en el barrio Alvarez Costa y me invitó a dar una charla sobre un viaje que hice en bicicleta hace varios años de Argentina a Alaska. Cuando fui al centro comunitario y conocí a los chicos, me pareció que podíamos seguir trabajando, porque observamos que cuando empezó la charla ellos estaban muy desordenados: se pegaban, se insultaban y después de la charla continuó esa energía pero con ingredientes que habían escuchado. Comprendí que lo que le damos a los chicos, nos lo van a devolver con toda la energía que tienen. A su vez, yo venía trabajando con una fundación de Canadá («Two wheel view») que trabaja con adolescentes y hacen viajes de Salta a Tucumán en bicicleta una vez por año. Como yo les guardaba durante el año las bicicletas y las cosas de campamento, dije: «¿Por qué no usarlo mientras tanto con chicos de acá?». Entonces, empezamos a adaptar esto, a salir a andar en bici, a darles charlas sobre viajeros o de historias de vida, por ahí viene alguien que zafó de un cáncer o un monje que les enseña a poner un turbante.  También hacemos taller para arreglar las bicis donadas al que llamamos «recicleta». Hacemos diferentes cosas para darles más conocimiento porque el conocimiento nos hace más libres y nos da más oportunidades.

– ¿Por qué creen que la bicicleta es una herramienta de transformación?

– Santiago: Todos los organizadores somos ciclistas y es lo que nos une. La bicicleta es una herramienta super sana, hay alguien que decía que la bicicleta es uno de los pocos instrumentos humanos que sólo sirve para bien.

– Erika (coordinadora, fundadora): Personalmente yo canalicé una crisis en la bicicleta y lo llamaba «biciterapia» porque me hizo super bien. Es una buena herramienta para despejarse, uno se concentra en el momento, en viajar, en disfrutar y eso me llevó a querer compartirlo con los chicos. Además la adolescencia es difícil siempre, en todo contexto social y sobre todo en zonas vulnerables.

– ¿Suelen hacer viajes de más de un día? Supongo que cuando se suman los kilometros aumenta la dificultad ¿cómo se preparan?

– Roxana (coordinadora): Como te comentábamos antes, las bicis son de los canadienses y ellos vienen hacer viaje todos los años con un grupo de 10 chicos de la misma edad que ellos y becan a algunos Bicichangos para que vayan. Tres años seguidos fueron dos de los chicos del grupo. Ese es el viaje largo que hacen todos los años pero este año no van a venir, entonces nuestra idea es hacer algo durante las vacaciones de invierno. Tienen que llevar todo en la bici para el campamento y es un desafío, es ser auto-suficiente. La idea es ir preparándonos con estas salidas que hacemos que son una vez al mes con comida saludable también porque uno piensa que cuando va a la montaña simplemente lleva un sándwich. Hay que comer bien, desayunar bien, por eso comimos una banana antes de salir, ese es el combustible de tu cuerpo, lo que necesitas para pedalear.

– A les chiques, ¿por qué creen que Bicichangos es bueno para ustedes? ¿ Piensan que estaría bueno que se sumen más pibes del barrio?

– Migue (20 años, 6 en Bicichangos) : Me gustaría que se sumen más porque esto está bueno y así no andan en la calle. Hacés deporte y tenés tu tiempo para despejarte.

– Flor (16 años, 6 en Bicichangos): Es bueno porque es algo donde te entretenés y no le das tanta importancia a las adicciones o el alcohol, o la droga y esa cosas, entonces querés estar bien ejercitado para esto y no querés hacer cosas malas porque sabés que no vas a poder, porque por ejemplo, si fumás, tu pulmón no va a resistir todo lo que tiene que resistir para poder pedalear.

– Y a les «profes», ¿qué respuesta ven en les pibes?

– Santiago: Lo que tenemos que hacer nosotros siempre es incluir a todos los pibes, incluir con limites y condiciones, claro. Tratamos que los chicos se ocupen, por ejemplo que para algún próximo viaje cada uno se pague su propio seguro; que hagan tamales, empanadas que los vendan entre todos, que se organicen ellos. Lo que nosotros queremos compartirle y demostrarle a los chicos es que vos con organización y un deseo fuerte podés lograr cualquier cosa. Yo llegué a Alaska en bicicleta, otro viajero hizo otra cosa, por eso siempre traemos gente que sueña, que va haciendo cosas y las logra. Aparte tratamos de no ser nosotros siempre los que estamos con un discurso, sino que venga gente de afuera y les muestre otras historias de vida, otros modos, formas y sueños.

– Erika: Yo creo que nosotros formamos una familia y eso se nota en el respeto y en cómo fluye la energía. En cada viaje inculcamos los valores del respeto, ser solidarios, trabajar en equipo, cuidarnos cuando vamos en bici en la ruta, de compartir, de ver que con una lechuga, un tomate y un poco de arroz comemos todos. La pasamos re bien y vamos venciendo obstáculos que se nos plantean en equipo. Esa es la fortaleza de esto.

– Roxana (coordinadora) : Hasta tienen su propio grupo de whatsapp , y ahí los mismos se ordenan para ver qué aportar para el almuerzo dependiendo de lo que tengan en su heladera. Es una cuestión de disciplina que han aprendido, saben que la noche anterior no tienen que acostarse tarde, que tienen que ser puntuales y lo que tienen que traer.

– Flor (interrumpe entre risas): En realidad yo soy la que los busca a ellos para organizarnos. Nos organizamos con la comida, nos juntamos antes en el centro comunitario y también se ve el trabajo en equipo en la fila india que hacemos cuando salimos, nos cuidamos entre todos.

– ¿Cómo se organizan y gestionan? ¿Reciben algún tipo de apoyo?

– Santiago: Nos organizamos por consenso, como vamos pudiendo y pura experiencia porque vamos aprendiendo todo sobre la marcha. Hasta ahora no hemos recibido donaciones ni de grandes empresas ni del gobierno ni de nada, nos auto-gestionamos con el aporte que hacemos cada uno de los miembros («los profes» como nos bautizaron los chicos). También con ayuda de amigos y donaciones hemos hecho festivales con músicos o nos prestan espacios, hicimos remeras que le ponemos publicidad de algún comercio amigo y las vendemos.

– Para cerrar, a les chiques, ¿tomarían la bici de más grandes y se irían de viaje largo?

– Bicichangos (al unísono): ¡¡¡Sí!!!

Son las seis y media de la tarde. De vuelta en la sede, les Bicichangos limpian sus bicicletas, dejándolas listas para la próxima salida. Una vez más, hacemos la ronda de estiramiento, de nuevo le ponemos puntaje a nuestro estado de ánimo, aunque ésta vez, todos se sienten «10».