De fotos, pósters y abrazos – Rocío Inmensidades, Otros Focos

Por Nicole Martin

El blog de la fotógrafa Rocío Inmensidades es un menjunje de caras, frases y paisajes: un cajón de verduras, un abrazo, una foto del mar y de ñoquis caseros, una insignia: “Aquí viven lesbianas”. Un poco así también son las paredes de su habitación-refugio, donde fotos de personas gordas se encuentran con pósters y objetos tan diversos como su propio camino. Quizás por ese amor por combinar elementos fundó Profundo Ediciones en 2014, o quizás por el impulso de compartirse.

“Yo creo mucho en el deseo de compartir y en su potencia”, dice. Sus palabras destacan esa idea de la capacidad de transformar en la relación con les otres, en un ida y vuelta. Sus acciones, también. Por eso brinda talleres de auto-publicación, bajo la idea de que al materializar las obras puede existir un intercambio enriquecedor para todas las partes.

En consonancia, Rocío vive en una casa colectiva con pibis trans, maricas y bisexuales. Y ese pensarse en plural lo vive en muchos otros ámbitos. Por ejemplo, con la odontología. “La vida fue llevándome algunos dientes”, suelta al hablar de las vueltas del último año. A sus 30, el retorno de Saturno le trajo una idea, la que relaciona crecer con “arreglarse los dientes”.

Esa misión también decide compartirla en colectivo. Entre varies amigues que coinciden en el espontáneo deseo de tratar sus dientes, celebran cada vez que alguno puede arreglarse una carie o hacerse algún tratamiento. Rocío le da un sentido de clase: “Lo atamos a la precariedad, nunca tuvimos un peso para nada y ahora que tenemos un mango más queremos arreglarnos la boca”. Ese mango más también se relaciona con una victoria, la de la Ley de cupo laboral trans.

Al presentarse, Rocío habla de sus colecciones. Además de su cuantioso archivo de fanzines, una de sus colecciones más importante es la de gomas de borrar con formitas. “Cuando quiero que alguien sea mi amigo, le muestro la colección, y esta soy yo en mi modo más puro”, afirma convencida. Le regalan muchas gomitas, y ella también lo hace. De hecho, a un amigo del grupo de los dientes, le regaló una goma de borrar con forma de cepillo de dientes.

Detrás de anteojos naranjas y transparentes, luciendo argollas de corazón y labios color rojo, cuenta que en su descripción de Facebook tenía “estudió en la Universidad de la Calle”. Gran parte de la carrera la caminó en Lomas del Mirador, donde fue niña y adolescente. Actualmente, la cursa entre los árboles de Ituzaingó. En uno de sus textos, le escribe a su primer barrio: 

“(…) sos mi raíz núcleo que voy condimentando de cada barrio que transito y me apropio. conquistar territorios es romper los borcegos una noche de primavera, bailar cumbia es primavera y en la primavera todo florece”.

En sus fotos hay postales del conurbano y, se le nota, mucho amor por su idiosincrasia única. Les amigues del barrio, la juntada en la plaza, la cercanía de sus habitantes. Como en sus collages, Rocío no es sólo una, las cumbias en la esquina se mezclan con recitales de bandas hardcore en boliches porteños y también fiestas en Berlín. Entre sus historias se asoman códigos de barrio, juegos en calles de tierra y reggaetón.

En una de esas casas conurbanas, tomó sus primeras fotografías. A los 12 años y cuando volvía del colegio, buscaba una llave escondida y robaba por unas horas la cámara de su familia. Mientras elles trabajaban, Rocío sacaba fotos de todo: cosas de la casa, perros, autorretratos… Aunque su deseo era retratar la noche en el barrio, nunca pudo sacar la cámara de la casa por miedo a perderla. A las corridas para bajar las fotos a la computadora y borrar evidencias, capturó todo lo que pudo. Recién a los 18, tras un taller de fotografía analógica, su papá le prestó una Reflex.

Aunque hoy por hoy la cámara es su herramienta de trabajo, Rocío sigue jugando con la fotografía. Usa cámaras compactas o digitales, se divierte dando clases, en búsqueda de complicidad y nuevos lenguajes. En la última muestra de sus estudiantes del taller de auto-publicación, los trabajos hablaron sobre sexualidad, migración y transformación.

En sus fotos también se ve eso. Y entre imágenes de juntadas en la calle, abrazos y altares, se destaca la magia del cotidiano.

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Mini bio de la autora: Nicole Martin es periodista de investigación. Ama tejer redes transfeministas:
lidera investigaciones colaborativas en la región, es cofundadora de la Revista Colibrí y directora de Vita Activa.

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Mini bio de la autora: Nicole Martin es periodista de investigación. Ama tejer redes transfeministas:
lidera investigaciones colaborativas en la región, es cofundadora de la Revista Colibrí y directora de Vita Activa.

 

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