El Gobierno le cierra la puerta a la prensa

Alrededor de mil personas, convocadas por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), se concentraron hoy por la tarde en el Obelisco para marchar a la Casa Rosada y exigirle al Jefe de Gabinete, Marcos Peña, que brinde una solución a los trabajadores de Tiempo Argentino y Radio América, entre otros, que no cobran su sueldo desde noviembre. Alfonso de Villalobos, delegado Sipreba en Tiempo Argentino, habló con Colibrí y contó que no los atendieron y los dejaron “abandonados en la calle”, luego de que le ofrecieran una reunión con un funcionario de “segunda línea que no tiene poder de ejecución”, la cual que fue rechazada.

A partir de las 15, en la Plaza de la República, las organizaciones sociales, partidos políticos de izquierda y auto convocados se fueron conglomerando alrededor de los periodistas agrupados en Sipreba para cortar la avenida 9 de julio en la intersección con Corrientes. Con la furtiva mirada de los efectivos policiales, prendieron fuego cubiertas de autos, y mientras los fuegos artificiales explotaban en el cielo, cantaron al ritmo de bombos con una clara consigna: “No al vaciamiento del Grupo Veintitrés”: la corporación mediática, ex propiedad de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, en las actuales manos de Mariano Martínez Rojas.

“Desde el 5 de febrero estamos ocupando las instalaciones, con guardias nocturnas en defensa de los puestos de trabajo”, dijo Alejandro Wall, delegado Sipreba por Tiempo Argentino, en referencia a los sueldos adeudados hace tres meses. Según Wall, Martínez Rojas dijo que iba a comprar flotas de autos y se comprometió a pagar los sueldos, pero afirmó que no sucedió.

La consigna de la manifestación había sido avisada mediante una conferencia de prensa el pasado lunes, y Wall explicó que la intención era marchar hasta la Casa Rosada porque “son quienes tienen que presionar a estos señores; le pedimos la aplicación de los repro que sería un paliativo para nosotros”. A su vez, el Estado mantiene una deuda con los medios por el pago de la pauta publicitaria, que los trabajadores reclaman: “Que no se paguen a los vaciadores, sino que vaya a los laburantes”.

Sin embargo, Villalobos contó que tuvieron respuestas negativas por parte del Gobierno, ya que les ofrecieron una reunión con Ignacio Greco, encargado de la pauta publicitaria, quien no tiene poder de ejecución. Sipreba la rechazó y exigió una reunión con Marcos Peña, Jefe de Gabinete, la cual fue negada y, a modo de amedrentamiento, también le quitaron la posibilidad de reunión con Greco.

Pero algunos de los periodistas de Tiempo Argentino y Radio América, al estar acreditador en la Casa Rosada, ingresaron y hablaron con el funcionario de segunda línea. Greco les informó que Peña no los iba a atender hasta que no lo hiciera el ministro de trabajo, Jorge Triarca. Y, aparentemente, se comprometió a gestionar una reunión con él a partir de mañana. Mientras tanto, el próximo miércoles puede efectuarse una nueva medida de fuerza de Sipreba.

El vaciamiento de los trabajadores de prensa da como resultado más de 20 mil despidos en menos de cuatro meses de gestión macrista. “Estamos ante empresarios que facturaron millones de pesos durante años en publicidad oficial y aprovechan un marco de ajuste para desaparecer y dejar en un limbo a los empleados”, detalló Wall.

Por este motivo también adhirieron a la manifestación el Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores Socialistas, Patria Grande, el Movimiento Socialistas de los Trabajadores, Frente de Organizaciones en Lucha, Ademys y la Asociación de Trabajadores del Estado, entre otros. Villalobos rescató la asistencia de diferentes periodistas, pero le resultó más importante “la solidaridad desde el punto de vista de clase”. “Los compañeros entienden que hay una ofensiva a todos los trabajadores y la lucha no es solo para defender nuestros puestos de trabajo, sino para enfrentar con más fuerza las políticas de ajuste”, afirmó.

El conflicto ocasionó el estancamiento del diario Tiempo Argentino, hace más de un mes que no se produce. Sin embargo, el lunes pasado se editó una edición virtual a la que Wall describió como “impresionante” volver a escuchar las teclas de la redacción, luego de que las instalaciones estuviesen llenas de colchones por la toma que realizaron los trabajadores. “Hicimos lo que nos gusta, periodismo, y vamos a pelear para que el diario esté en la calle”, remató.