Investigadores y estudiantes protestan contra el recorte en Ciencia y Tecnología

«Los países ricos lo son porque dedican dinero al desarrollo científico-tecnológico, y los países pobres lo siguen siendo porque no lo hacen. La ciencia no es cara, cara es la ignorancia» – Bernardo Alberto Houssay, Argentino Premio Nobel en Medicina en 1947

Foto: Mariapress

Por segunda vez en una semana, cientos de científicos se movilizaron al Polo Científico para reclamar por el achique presupuestario al Ministerio de Ciencia, la falta de ingreso de cientos de investigadores previamente aprobados y la postura del Directorio del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), que permitió que entren a la Carrera de Investigador Científico apenas 385 postulantes, frente a los más de 900 aceptados en 2015.

Actualmente, se decidió por asamblea, que los manifestantes mantendrán su posición en el Hall del Ministerio de Ciencia y Técnica hasta que haya una solución desde el ente. Aunque hoy tuvieron una reunión con el Ministro, no hubo una respuesta favorable al pedido y les propuso una reunión en marzo. Participarán la FUBA, CONADU, CONADU H, AGD, JCP, ATE-CONICET, CyTA, científicos y universitarios autoconvocados y distintos centros de estudiantes.

El miércoles 14 de diciembre ya se habían manifestado para reclamar la incorporación de los compañeros recomendados para ingresar al organismo. Desde las diversas organizaciones que protagonizaron el reclamo, se exigió una reunión con el Directorio. Luego de la toma pacífica del organismo científico, una intensa campaña en redes y dos cortes en Av. Santa Fé, se logró el pedido. Así, se llegó a que el Directorio se declare «preocupado» por la situación presupuestaria, prometiendo buscar más financiamiento, para proceder a publicar los resultados de los ingresos a la carrera al día siguiente. Ese mismo día, hubo manifestaciones en Misiones, La Plata, Mar del Plata, Mendoza, Córdoba, Rosario, entre otros lugares del interior.

Bruno Colavitto, geólogo y becario doctoral del CONICET, explica a Colibrí Revista que la situación actual nace a partir del desguace presupuestario que hizo el gobierno nacional y como esto ajustó en el ámbito del Ministerio de Ciencia y Tecnología. «Para el CONICET ello se traducía no en un recorte absoluto, pero sí relativo, ya que el aumento previsto no cubre salarios ni aseguraba la continuidad del número de becas o ingresos a carrera o personal de apoyo, cosa que estamos empezando a ver ahora», aseguró. Además, acentuó las condiciones «precadizadoras» de los becarios del ente, que aún no son reconocidos como trabajadores del organismo.

A fines de octubre, una marcha masiva de gremios de docentes y científicos se manifestaba frente al Congreso para protestar por el Presupuesto 2017, presentado por la alianza Cambiemos y aprobado con el apoyo de diversos bloques. Por los recortes en Ciencia y Tecnología, universitarios y científicos leyeron una declaración conjunta donde reclamaron que el presupuesto del año próximo sea aprobado sin recortes para el sector. Los científicos habían advertido que el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo significaría «menos becarios, menos investigadores, salarios más bajos, menor cantidad y monto de subsidios, y desactivación de proyectos».

Los organizadores de la protesta de hoy hablan de un ajuste al sector de más de 3.000 millones de pesos. En el acontecimiento, Jóvenes Científicos Precarizados de Buenos Aires (JCP Bs. As.) hizo entrega de una carta abierta dirigida al Presidente Mauricio Macri y al Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao. En la misma se protestó contra las políticas de ajuste y achicamiento que tendrán diversas consecuencias en el país.

Además, fue claro el rechazo al anuncio del CONICET del 16/12 que afirmó que ingresarán solamente 385 investigadores/as al organismo, cuando en los últimos años ingresaron más de 600-700 por año, llegando a superar los 900 ingresos en 2015 y 2016. Dejarían fuera a 1141 investigadores, 489 de los cuales han recibido un dictamen favorable de las comisiones evaluadoras del organismo, que recomendaron su ingreso.

Entre las consecuencias de este ajuste: la inevitable “fuga de cerebros”, un efecto del cierre de las puertas de los organismos de investigación nacionales. Los científicos, después de 7 años de formación respaldados por la inversión estatal, se verán forzados a seguir su carrera en el exterior, cuando podrían estar investigando en el país para resolver sus problemas.

Barañao, quien es el único Ministro que ocupa el cargo desde la administración anterior, justificó hace unos días el recorte presupuestario y aseguró que «No hay ningún país que, con un 30 por ciento de pobres, esté aumentando el número de investigadores». Y días antes había sincerado a La Nación su preocupación, aunque agregó que confiaba en que el gobierno resolvería el conflicto.

Recordando, el Presidente de la Nación, había hecho declaraciones con respecto a este sector antes del balotaje, donde afirmó: «Vamos a continuar con los avances en el CONICET. Los necesitamos para ser parte de la sociedad del conocimiento». Para el año que viene, se estipula una reducción del 60% de ingreso de científicos al ente, lo que representa la cifra más baja desde 2004.

En el presupuesto, además, se establecen recortes reales de entre el 12% y el 31% para los ministerios de Energía, Producción, Agroindustria, Cultura y Salud. En contrapartida, aumentos del gasto social (29,1%) y de la inversión en obra pública (32,2%).