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Leopardo volador, una apertura al lenguaje artístico | Revista Colibri
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Leopardo volador, una apertura al lenguaje artístico

Por Daniela Garrido

 

En un departamento a pocas cuadras de Plaza Congreso, Mariano Díaz, periodista, productor, pero más músico y artista, nos recibe mientras prepara unos mates. Al escucharlo hablar, entendiendo que la música es parte de su lenguaje cotidiano, nos vamos adentrando en el espacio del Leopardo Volador, identidad que fue construyendo desde hace diez años.

La construcción de este animal artiste surge como un juego de niñes, un juego que traspasa los límites “normales” de la auto-percepción, de la mano de su hijo mayor Pedro, cuando apenas alcanzaba la altura de la mesa.

“Si yo era un Leopardo volador, lo era, ¿qué duda cabe?”, nos cuenta Mariano sobre esa época.

Que Pedro lo haya llamado así y le haya dado el permiso de usar ese nombre artístico no es dato menor. Ese “Vos podés, papá” fue un impulso para crear una habilitación, un empujón para hacer lo que quería hacer, y produciéndose a partir de un hermoso vínculo amoroso.

 

El 10 de noviembre se celebrará el festejo de este camino leopardo-musical, de esta construcción identitaria, que también, viene de la mano del deseo de compartir con más musiques y artistes.

 

¿Por qué festejar los diez años?

“Creo que ese es un proceso que tiene que ver con mirar hacia atrás y mirar el recorrido. Surgieron un montón de cosas con el Leopardo. Primero era Mariano Díaz cantando canciones, y después empecé a sentir y querer darme una identidad, una artística propia. Pasaron también un par de cosas curiosas: al principio pensé que eran solamente canciones, luego tuve que asumir cuando las grabé, que tenían un aire a música latinoamericana, del folklore argentino. No estaba claro pero sí había algo, como el ritmo. Nada fue pensado, surgió así y tuve que asumirlo”.

“Además, flashé con maquillajes tribales, africanos e himalayos, sobre todo del Pacífico. Vi unas fotos de ellas y me pareció buenísimo. Conseguí unas pinturas en Uruguay y empecé a pintarme para salir al escenario. Me propuse que no me iba a predeterminar en cómo maquillarme, sino ver lo que sucediera en ese momento, ver qué pasa ahí. Después, en un momento, me vi maquillado y Pensé: Negro, sos un wichi. Ahí también estaba lo latinoamericano”

 

 En estos diez años el camino del Leopardo Volador estuvo siempre abierto a nuevos escenarios, a nuevos vínculos, conexiones y a seguir descubriéndose. A partir del maquillaje, del vestuario, su presencia arriba del escenario se fue transformando en una performance“Algo que se volvió innegable es que siempre digo que sí a las situaciones, porque entiendo que es irrepetible, y que incluso siempre es SI. Como ese Si de Pedro. Miro para atrás y siempre es SI a una nueva propuesta escénica”, cuenta Mariano a Revista Colibrí.
Lo artístico esta ahí, lo lleva, lo guía. No sólo lo musical, sino lo teatral. Más allá del vestuario y el maquillaje, hay una composición teatral que genera un vínculo especial con el público. Es la propuesta de estar abierto a que todo suceda, a derribar la cuarta pared, a entrar en diálogo también con las distracciones. Tomar el sonido, por ejemplo, de algún celular que suena como algo que está presente, que esta pasando y aprovecharlo en escena.

 

En esa apertura a que todo suceda, ¿Hay expectativas?

“Me ha pasado que tengo ese diálogo donde, como un docente, planificas una clase y tenes todo definido: los tiempos, el espacio, pero a los dos minutos sucede algo que desarticula todo, o bien tu hipótesis de cómo iba a anclar eso en los alumnes no sucede, no arranca, no prende, no sirve. Ahí hay que buscar una variante que sirva.”

 

¿En ese momento hay frustración?

“Me suele pasar más en otros ámbitos que en este de la música. Tengo ese gesto de romper con la frustración abrazando lo que esta sucediendo. En este festejo de los diez años, planeé todo: el video, las luces, y con una expectativa. De repente pensé: ¿Y si se corta la luz? ¿Qué hacemos? A partir de eso tengo el gesto de productor que me permite pensar en escenarios diferentes. Si pasa eso, no voy a poder filmar ni grabar y quedará para otro momento, haré el Show con velas y en formato acústico, y me gustaría también”

 

“Cuando le abrís la posibilidad a eso, la frustración se borra. Intento trabajar con la ausencia de expectativas. Cuando trabajas con esa ausencia, se abre todo mucho más.”

Mariano Díaz estudió periodismo y trabajó varios años como productor de radio; entendiendo que esa práctica permitía ejecutar una propuesta para un otre, ya sea producir un disco, un programa radial, una obra de teatro. Pero, ¿Qué pasa cuando se abre la posibilidad de producirse a uno mismo? Quizá esos ocho años trabajando en la Rock & Pop fueron la preparación para el nacimiento del Leopardo Volador, para entender la capacidad de auto-ejecución, de auto producción, la búsqueda de una vestimenta, de un estilo, de una construcción, una identidad.
En el hecho de producir y crear su propio recorrido, abriendo constantemente nuevas posibilidades de manifestación artística, Mariano reconoce una admiración por Nekro, como fan y observador de su trabajo.

 

¿A qué otros artistas admiras? 

“A Paula Maffia. Es una persona a la que admiro y quiero, me parece que tiene un balance muy atractivo entre la carga artística, intelectual, y la libido que le pone a lo que hace. Además la conozco, la quiero, la he tratado, y más allá del personaje, creo que Paula Está ahí. Me pasa hoy con la música, que si hay algo que adoro son los momentos de la música en vivo. Muchas veces busco versiones de canciones en vivo, quiero ver qué le pasa al artiste, siento que les conozco ahí. En vivo estas ahí, prendiéndote fuego, y esto es lo que hace Paula, se pone en juego en escena.”

 

¿La elección del espacio Wara Wara para festejar los diez años tuvo relación con ese recorrido? 

“A Wara Wara lo he recomendado mucho por dos cosas. Primero, una calidez para con les artistas, un grado de atención que a veces no es habitual. Y por otro lado la curaduría artística. Toca gente zarpada ahí, y creo que hay que estar a la altura. Tenes que llegar ahí y romperla.” 

El Leopardo volador, se presenta este sábado en el espacio Wara Wara, compartiendo escenario con Rodrigo Jonquera y músiques invitades.

 

Gracias Leopardo

1 Comment
  • Ana Rosa Cantiello
    Posted at 16:34h, 08 noviembre Responder

    Buenísima nota. Gracias por acercarnos a un artista tan interesante y creativo.
    Felicitaciones!

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