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Lo que esconde la alfombra del cambio climático en Argentina | Revista Colibri
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Lo que esconde la alfombra del cambio climático en Argentina

Por Bruno Colavitto

 

El 9 de agosto de 2021, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (o IPCC), publicó la primera entrega de su sexto informe sobre el cambio climático y se hizo eco en todas partes: la humanidad está sufriendo las consecuencias del cambio climático y se pueden intensificar en el futuro. Este informe obliga a reflexionar sobre el rol de la humanidad en la naturaleza, pero la idea de cambio climático por momentos parece un tanto abstracta. ¿Qué dice el informe? ¿Quiénes son los responsables de la actual crisis climática? ¿Todo problema ambiental es cambio climático?

Les argentines que participaron de la redacción del informe brindaron una charla donde dejaron claro que el calentamiento global es responsabilidad humana y tiene efectos que hoy ya están a la vista. Y subrayó la investigadora del CONICET y jefa de gabinete del MinCyT, Carolina Vera: “El clima que experimentemos en el futuro depende de nuestras decisiones ahora”.

Cortita y al pie: hay que reducir drásticamente los gases provenientes de la quema de combustibles fósiles y de otras actividades, como la agricultura y la ganadería. Hace más de tres décadas se discute este tema internacionalmente, pero aún no hubo cambios drásticos de parte de los principales países emisores de gases de efecto invernadero

Argentina se ubica entre el puesto 20º y 30º a nivel mundial, con casi la mitad de sus emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la ganadería, el transporte y la generación de electricidad. Es decir, la quema de combustibles fósiles y el cambio en el uso de suelos son claves para pensar las políticas ambientales a mediano y largo plazo en el país. Así, tanto Mauricio Macri en 2019 como el actual presidente, Alberto Fernández, en abril de este año ratificaron su compromiso para hacerle frente al calentamiento global. Llamativamente, éstos y otros temas socio-ambientales están ausentes de las plataformas de las principales fuerzas para las elecciones de 2021. Para incluir esos tópicos en el próximo debate público electoral, distintes investigadores, activistas y periodistas lanzaron una solicitada que se puede firmar aquí.

Dado que el cambio climático se presenta con cierto nivel de abstracción, si bien tiene víctimas concretas, las responsabilidades son un tanto difusas. ¿Qué hay detrás de tanto discurso políticamente correcto? 

Primero, siendo la quema de combustibles fósiles una de las principales fuentes de emisiones en Argentina, la preocupación climática de los últimos gobiernos choca con su insistencia en priorizar el petróleo de Vaca Muerta. Recientemente se dio a conocer un trabajo de la Universidad Nacional de San Juan que confirmó que el fracking en Vaca Muerta causa pequeños terremotos, algunos que llegaron a afectar a las poblaciones de Sauzal Bonito y Añelo. La cosa no parece cerrar, ¿cuánto más se apostará a este emprendimiento que, a su vez, está más de la mitad concesionado a empresas privadas y extranjeras?

Otro porcentaje importante de emisiones proviene de la ganadería y la agricultura, ambas relacionadas con la deforestación. Si bien la crisis de la bajante del río Paraná, que tanto preocupa al país, tiene origen en las sequías del sur de Brasil, también está agravada por el avance de la agricultura, que modifica el suelo y deteriora su capacidad de retener agua, cómo indicó Sergio Federovisky, secretario de Control y Monitoreo Ambiental del Ministerio de Ambiente. En 30 años, la frontera agrícola se expandió salvajemente: es preciso frenar la deforestación y poner límites a los proyectos agrícola-ganaderos. 

A su vez, estos emprendimientos abusan del uso de agrotóxicos, envenenando nuestros alimentos. ¿Cómo proyectar un futuro donde la agroecología sea la forma dominante de producción, para alimentar saludablemente a un país con más del 40% de pobres y un 40% de niñes en edad escolar con problemas de alimentación? Y, ¿por qué, si de salud hablamos, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, junto al canciller Felipe Solá, tienen luz verde para avanzar con el acuerdo con China e instalar granjas de cerdos? La preservación del ambiente debería ser sinónimo de vida digna y el momento no puede ser mejor para encontrar respuestas a estos y otros tantos temas, en medio de una pandemia producto de un virus que casi con certeza proviene del avance humano sobre el mundo silvestre. 

Cómo señala un reciente informe de la Oficina para la Reducción de Desastres de la ONU, la urbanización incontrolada, la destrucción de ecosistemas, la pobreza y la desigualdad son fundamentales a la hora de pensar el futuro ambiental en Latinoamérica. En Argentina, como en toda la región, los efectos del cambio climático están a la vista y no explican por sí solos tanto desastre socio-ambiental. Es importante detenerse en cada país, cada provincia, y cada ciudad para que no quede la basura escondida bajo la alfombra.

En otras palabras, aunque la ONU no lo dirá nunca, no habrá forma de solucionar la actual crisis climática sin discutir las lógicas capitalistas, patriarcales y extractivistas que golpean nuestros cuerpos y territorios.

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