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Seis meses sin Santiago: Memoria, Verdad y Justicia | Revista Colibri
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Seis meses sin Santiago: Memoria, Verdad y Justicia

Texto y fotografía por Micaela Petrarca

Santiago era una persona libre, hacia todo lo posible por serlo, tenía ideas anarquistas. Santiago puso el cuerpo en este reclamo de la comunidad mapuche pero en sus canciones y en sus textos acompañaba todo tipo de reclamos que tengan que ver con la tierra, con el agua… él creía que la tierra debía ser compartida por todos. No creía en el estado, el mismo que lo asesino, por algo habrá sido que él no confiaba. Santiago es víctima de una desaparición forzada seguida de muerte como también lo han sido otros tantos chicos.

(testimonio de Andrea Antico, familiar de Santiago Maldonado)

En busca de la verdad, el reclamo que hoy la familia le sigue exigiendo a la justicia, es que se lleve a cabo una investigación independiente e imparcial. “La Secretaria de Derechos Humanos no puede pertenecer al mismo gobierno que asume, porque es el estado quien nos castiga, nos desaparece o nos mata”, dijo Sergio Maldonado, hermano de Santiago, y agrego “no me entra en la cabeza que yo pueda confiar en alguien que me llame de ayuda a la víctima diciéndome que me va a ayudar cuando está respondiendo al mismo jefe”. Siguiendo la misma línea, la abogada de la familia, Verónica Heredia, declaró que la investigación fue llevada, en todo momento, por las mismas personas que pertenecen al Ministerio de Seguridad, “son compañeros de trabajo de los gendarmes que entraron el primero de agosto en el Pu Lof”.

Andrea Ántica y Sergio Maldonado

A seis meses de la desaparición forzada y posterior muerte de Santiago, sus familiares organizaron un ciclo de charlas para mantenerlo vivo en la memoria, para que su asesinato no quede impune y para que cada sector de la sociedad pueda profundizar sobre las practicas de un gobierno que va solo en busca de sus intereses, sin importar que arrastre o entierre.

La jornada comenzó a las 17hs con la muestra fotográfica “¿Dónde estás con tu alma?” y siguió hasta pasadas las 22hs en el auditorio Foetra con una diversidad de voces que permitió recorrer un amplio territorio que encubre y contextualiza qué paso, qué hicieron y por qué Santiago.

El panel de política estuvo compuesto por  Victoria Donda, diputada del movimiento Libres del Sur, Horacio Pietragalla Corti, diputado de Unidad Ciudadana, Leonardo Grosso, diputado de Peronismo para la Victoria y Myriam Bregman, diputada del Partido de los Trabajadores Socialistas. En el de periodismo participaron les periodistas Sebastián Premici, Fernando Soriano, Cecilia Gonzales, Maxi Goldschmidt y Mario Wainfeld. El panel dedicado a derechos humanos tuvo la voz de Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Mariela Belski, directora de Amnistía Internacional Argentina, Federico Efrón del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y de Carlos Rozanski, ex juez de la ciudad de La Plata. Por último, hablo la familia e informaron el estado de la causa judicial. Estuvieron presentes Sergio Maldonado, Andrea Ántica, la abogada Verónica Heredia, Mirta Fabre, psicóloga, y Alejandro Inchaurregui, perito en antropología.

Andrea Ántica, familiar de Santiago Maldonado, Alejandro Inchaurregui, perito en antropología, Mirta Fabre, psicóloga, Sergio Maldonado, hermano de Santiago y Verónica Heredia, abogada de la familia

¿Qué hicieron con Santiago?

“Funcionarios, candidatos, y la prensa oficialista dijeron que Santiago ni siquiera había estado en la protesta mapuche, que un camionero lo había llevado a Entre Ríos, que estaba escondido a propósito, que lo habían secuestrado los mapuches terroristas, anarquistas y separatistas financiados por ingleses, la FAR, la guerrilla kurda y ETA, que era un muchacho filmado mientras compraba en un negocio en Entre Ríos, que cobraba un subsidio, que era sobrino de un ex montonero, que había un pueblo en el que todos se parecían a él, que lo había matado un puestero, que tenía libros revolucionarios,  que en Facebook se identificaba como «un feroz cacique mapuche», que se había cortado las rastas en una peluquería de San Luis, que no se debería hablar de Santiago Maldonado ni de desapariciones forzadas en las escuelas, que se había «sacrificado» y planeado su «pase a clandestinidad» para ayudar a un líder mapuche ex «flogger». Que era un violento karateka y por lo tanto nadie podría haberlo sometido, que una pareja lo había levantado en la ruta, que era un hippie artesano tatuador y trotamundos que si había estado en la protesta merecía lo que le paso porque es delito cortar rutas, que sospechosamente la web santiagomaldonado.com se había abierto antes de la represión del primero de agosto. Que su desaparición era un montaje del kirchnerismo, que lo más probable era que un gendarme suelto lo hubiera golpeado y herido gravemente, que a lo mejor habían sido tres gendarmes, o siete o diez. Que, si preguntabas por Santiago Maldonado, eras kirchnerista. Que usaba varios documentos de identidad con diferentes nombres, que se había escondido en Uruguay, que su hermano Germán era, en realidad, Santiago. Que su hermano Sergio había escondido un teléfono y una maleta, que Santiago nunca había existido, que había un 20% de probabilidades de que estuviera en Chile. Que su cuerpo se había conservado gracias a las bajas temperaturas como Walsh Disney”

(Relato leído durante la jornada por Cecilia González, corresponsal mexicana en Argentina y autora del texto)

El primero de agosto del 2017, la policía dispara y persigue a la comunidad Cushamen desde la ruta hasta el río. Santiago desaparece. Tres testigos anónimos declaran que la Gendarmería lo golpea hasta subirlo a uno de sus camiones. “Sepamos que lo que paso con Santiago es una muerte en un contexto de protesta, una muerte que muestra la manera que elige el gobierno y el Ministerio de Seguridad de responder a la protesta social”, declara Federico Efrón del CELS.

Ese día Santiago no es portada, su nombre no se escucha en los grandes medios de comunicación tradicionales. La foto de su rostro comienza a circular en las redes junto a la denuncia de desaparición. Su familia grita y convoca a gritar: ¿dónde está Santiago? Un pueblo que no baja los brazos ante las medidas represoras y deshumanizantes, sale a las calles una y otra vez, el primero de cada mes.

El Estado sabe que es responsable, se agarra de la mano derecha de los medios de comunicación y comienzan el gran operativo de campaña mediática para desvían la atención y que los culpables sean otres o Santiago mismo. “¿Cómo construyen legitimidad para dar respuestas? Con la construcción del enemigo interno, de nuevas amenazas y así justifican la militarización y los operativos descomunales», pregunta y responde Efrón.

Mariela Belski, directora de Amnistía Internacional Argentina, Federico Efrón del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Carlos Rozanski, ex juez de la ciudad de La Plata y Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, en el panel de Derechos Humanos

El cuerpo de Santiago aparece el 18 de octubre en el rio Chubut.

“Vago de mierda perdiste como en la guerra, anda a laburar basura, que te den de comer los zurdos, derrotado”

“su hermano se ahogó por idiota deje de molestar a la democracia y deje de tomar a los argentinos por tontos, no tiene vergüenza”

“se terminó la opereta del hippie, ahora vas a tener que laburar mugriento de mierda si antes no vas preso”

“el vago falopa de tu hermano se ahogó solito por boludo, anda a reclamar indemnización ahora, escoria de la sociedad”

“Sergio ¿Por cuánto vendiste a Santiago?”

(Cuento leído durante el ciclo de charlas por Mariela Belski, directora de Amnistía Internacional Argentina)

Ante la aparición, el estado cree ya no ser responsable.

“El primero de noviembre el presidente dijo: “no hay una prueba contra gendarmería”. El 13 de enero la Ministra de Seguridad, dijo: “la verdad salió a la luz, hubo muchas cosas que se dijeron que no fueron como se dijeron, mucha gente que armo una historia que no fue y creo que nosotros, nuestro gobierno y con el apoyo del presidente, nos mantuvimos en un lugar que era la verdad y finalmente esa es la verdad que se impuso”. El secretario de Derechos Humanos, el 26 de enero, dijo: “fue una estafa moral lo que se hizo con el caso Maldonado, el uso electoral de alguien que después comprobamos había fallecido”, continuó relatando Belski su cuento.

De Santiago dijeron todas las posibles mentiras, lo demonizaron a él y a su familia, denigraron su causa y su lucha. Hoy, a seis meses, la pregunta sigue latente: ¿qué hicieron con Santiago?

El trasfondo de las balas

“Creo que la desaparición y muerte de Santiago claramente fue un crimen de estado, no solamente por las características propias del hecho, la participación de las fuerzas de seguridad y de los funcionarios del estado, sino por todo lo que se armó alrededor de ese hecho posteriormente. Es un crimen claramente cometido desde el aparato estatal y por sus fuerzas de seguridad”, declaró la diputada del PTS Myriam Bregman y agregó “las fuerzas represivas tienen el fin último de custodiar la gran propiedad capitalista, decenas de destacamentos de la gendarmería en poblaciones que están una al lado de la otra, Esquel, el Bolsón, San Martín, Bariloche, ¿cuál es el rol? Este caso lo puso a la luz pública, están solamente para custodiar la propiedad terrateniente de Benetton, Lewis y etcétera”.

Victoria Donda, diputada del movimiento Libres del Sur, Myriam Bregman, diputada del Partido de los Trabajadores Socialistas, Leonardo Grosso, diputado de Peronismo para la Victoria y Horacio Pietragalla Corti, diputado de Unidad Ciudadana en el panel de política

Se hizo con Santiago todo lo que se puedo para desviar la atención porque empezar a indagar sobre la causa de su asesinato permite vislumbrar los intereses económicos y el control social que busca seguir ejerciendo a mano dura este gobierno neoliberal.

“Ningún crimen de estado se comete sin ensayar un discurso justificante, y eso fue lo que vimos, crear condiciones para avanzar en la represión posteriormente, por eso no es un error o un exceso que luego lo asesinaran a Rafael Nahuel, es parte del mismo plan que están llevando adelante para defender los grandes intereses económicos”, dijo Bregman y continuó “se dieron casi todos los elementos: deslegitimar a los organismos de derechos humanos, a los que reclaman, masivamente se trató de estigmatizar a la comunidad y decir que son un grupo terrorista, que los fomenta la FAR, los ingleses, para instalar nuevos valores que legitimen un mayor nivel de represión, por eso tampoco es casualidad, que hace seis meses la represión siga creciendo”.

Pero las tierras no fueron compradas hoy, la causa no sólo expone las medidas políticas y económicas actuales, sino que enmarcan el conflicto que se viene arrastrando con los distintos gobiernos de turno. “Estamos en emergencia territorial desde hace 12 años, la ley de emergencia que protege las tierras de las comunidades ancestrales la tuvimos que prorrogar y volver a sancionar tres veces más porque no se hicieron los censos que se debían haber hecho y porque nunca pudimos sancionar en el congreso una ley de propiedad comunitaria. Y esa, es una deuda nuestra”, declaró la diputada del movimiento Libres del Sur, Victoria Donda.

“Las víctimas siempre las pone el pueblo”

Esos 78 días que estuvo desaparecido Santiago trajeron a la luz pública y ante toda la sociedad nuevamente ese método de la desaparición forzada de personas que las fuerzas armadas y de seguridad nunca abandonaron en todos los gobiernos constitucionales posteriores al 83”, dijo Bregman apenas tuvo uso de la palabra. Y finalizó recordando a algunos de les tantos otres que fueron arrebatados por el poder represivo como Luciano Arruga, Jorge Julio López, y Rafael Nahuel.“A todos ellos les debemos justicia, porque las victimas siempre las pone el pueblo”.

Cecilia Gonzales, Sebastián Premici, Mario Wainfeld, Maxi Goldschmidt y Fernando Soriano en el panel de periodismo

También el periodistas Maxi Goldschmidt recordó a quienes se les arrebata primero la voz y luego con la muerte los desaparecen. “Se decía:“si hubiera sido mapuche no habría tanta repercusión” y era raro escuchar eso, después mataron a Rafael Nahuel por la espalda y no pasó nada, y se sabe, están las balas de la prefectura”, comentó Maxi y se preguntó “¿Porque nos pasa eso?  lamentablemente matan a un pibe de un barrio y no es lo mismo. Vuelvo a repensar cosas como sociedad porque ya sabemos lo que pasa en los grandes medios”.

Por su parte, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, compartió el dolor con la madre de Santiago y expresó que la herida estará siempre abierta y que sólo se soporta con la lucha. Finalizó diciendo: “cada uno es diferente al otro, puede pensar distinto, pero en lo que tenemos que tener comunidad es en impedir desde la sociedad civil el avance de este demoníaco proyecto que tiene el gobierno de transformarnos en un país sometido a los designios de los congresos. Mi deseo es decir juntémonos, busquemos la forma de darnos la mano antes de que sea tarde. Nunca más es una orden. Verdad, memoria y justicia”.

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