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Sobre los incidentes de ayer en Plaza de Mayo | Revista Colibri
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Cobertura por Santiago Carrillo

Santiago Andrés Maldonado tiene veintiocho años, nació en Veinticinco de Mayo, provincia de Buenos Aires, y es tatuador y artesano. Desapareció el 1 de agosto del año 2017 en la provincia de Chubut y previo a la misma se había instalado en El Bolsón -Río Negro. El conflicto de su falta física se dió en medio de una protesta que lo vió involucrado, llevada adelante y organizada por la comunidad mapuche Pu Lof, la cual incluyó represión por parte de la Gendarmería Nacional. Se sospecha fuertemente sobre una posible desaparición forzada.
Tan solo dos meses y un dia han pasado y aún no se sabe nada. Más pasa el tiempo, y más se cree que puede estar en grave peligro y estado. Su familia está desesperada y sin consuelo.

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Pasados unos minutos de las 18 horas, en las cercanías de Plaza de Mayo, luego de la manifestación por la aparición con vida de Santiago Maldonado, comenzaron los incidentes.

Sobre Avenida de Mayo, un grupo no mayor a veinte personas y con pañuelos negros agredieron a periodistas de C5N, Crónica y A24 con golpes y piedras. Casi al instante, los manifestantes empezaron a correr a los atacantes al grito de “¡Infiltrados!” hasta la avenida 9 de Julio.

Siempre existe la posibilidad de que un grupo organizado contribuya a empezar, mantener o condensar los incidentes que se pueden dar en una marcha; los medios hegemónicos se encargan de tomar estos sucesos para culpabilizar a las militancias y a los autoconvocados que van en paz y sin segunda intensiones;

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Mucho se sospecha sobre la identidad y procedencia de aquellos que contribuyen de forma negativa, y hasta se sospecha que fueran fuerzas de seguridad vestidas de civiles.
No sería sorprendente.

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Uno de los atacantes era un hombre de aproximadamente 30 años, pelado, que vestía un buzo azul y tenía anteojos de sol negros (foto). Entre sus argumentos para que no lo golpearan –era perseguido por más de 25 personas- decía ser de nacionalidad chilena y de corriente ideológica anarquista, que se encontraba presente por la lucha de Santiago Maldonado, mientras seguía acusado de infiltrado policial.

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A pesar de pedir #NuncaMás, se sigue con un Estado ausente a la hora de exigir por la desaparición de una persona -como también a la hora de que se concete dicha desaparición; un Estado indiferente o manchado de sangre.

No pudo comprobarse ninguna afirmación. Sin embargo, un grupo de personas que se referenciaban anarquistas ya habían avisado a algunas organizaciones que iban a generar disturbios. Lo cierto es que ésta persona fue quien golpeó a la periodista de Crónica, como muestra una foto subida por Infobae.

En ningún momento intervino la policía para apaciguar las aguas, lo cual no sorprendería mucho. Después de todo, la policía se caracteriza por generar más disturbios en este tipo de manifestaciones, que por evitar que se generen.

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