Cooperativa Raíz Serrana: lazos entre hierbas y trabajadores
Por Micaela Petrarca
Detrás de las altas cumbres, entre monte nativo y tierra ancestral, al sur del valle de Traslasierra, en La Paz, nace Raíz Serrana. Una cooperativa de trabajo que se levanta y se construye sobre tres ejes vertebrales: la sustentabilidad ambiental, el beneficio social y la calidad alimentaria.
Su principal actividad es la cosecha y la producción consciente de plantas medicinales mediante un modelo productivo sostenible, respetando los tiempos de cada planta y contemplando las ventajas estratégicas de la zona.
El proceso de producción empieza en la Reserva natural Los Mates, un campo de 90 hectáreas, compuesto por un 60% de monte nativo y tierra en recuperación. Allí cuentan con un invernadero y una cama germinadora para producir plantines mediante esquejes o semillas.
“Una vez que están listos pasan al campo -actualmente tenemos una hectárea y media de plantación de aromáticas y medicinales-, durante el proceso de plantación controlamos las plagas con bioinsumos, riegos que tiene que ver con las necesidades de cada especie y cuidados especiales según los factores climáticos”, explica Victoria Lucero, técnica en energías renovables y encargada de la Reserva.
Una vez que la planta está lista para ser cosechada, “se lleva a cabo de manera consciente y pasan a los invernaderos de secado en el cual se los someten a altas temperaturas en plena oscuridad y se los supervisa diariamente para que la planta se mantenga aireada y su secado sea efectivo, no se oxide y no pierda sus propiedades”, agrega.
El proyecto nace de la mano de Mabel Saccone, con la intención de generar un desarrollo económico local que incluya la participación de les habitantes de la zona y el monte nativo: “Darle valor a los cultivos de la zona y trabajar vinculada con algo que tiene que ver con la capital de las hierbas como es La Paz, me pareció una conexión más integrativa, nace entonces raíz serrana como una empresa de triple impacto, donde los valores sociales, económicos y naturales están en el mismo eje”, cuenta.
La conformación de la cooperativa, agrega, no fue solo por considerar a ésta como la manera más equitativa de distribuir las ganancias, sino también para generar identidad entre les trabajadores, generando un sentido de pertenencia, poniendo foco en lo humano, apostando a la grupalidad, la horizontalidad y la dignidad.
«La cooperativa se creó hace más de un año, comenzamos siendo cuatro, y ahora somos 14«, cuenta Mabel, coordinadora de Raíz Serrana, y agrega: “La coope es política desde la naturaleza, desde cuidado al monte, desde lo social con la gente que trabaja dentro y en parte con todos los trabajadores y la gente que nos rodea”.
Así apuestan a lo colectivo, al desarrollo social y se enfrentan a la dificultad que traen las distintas idiosincrasias que se agrupan en un pueblo que contiene nacidos y llegados, “hay muy poco recorrido en lo colectivo, lo que hay es más bien familiar, pero externo a eso, son posiciones de empleado-empleador, acopiador-cosechador, y la verdad que con muy poco ingreso para la gente más pobre del lugar”.
En su composición y accionar, Raíz Serrana genera un circuito productivo hacia adentro pero también promoviendo uno hacia el afuera, generando lazos con productores y cosechadores locales, con pagos sensatos revalorizando esta actividad ancestral actualmente deteriorada por el histórico mal pago de los acopiadores concentrados en el territorio.
“Nuestro laburo con los cosecheros de la sierra es: le pagamos mucho más que el resto pero no compramos aquello que tiene raíces o que tiene un color ennegrecido o que consideramos que no es la época de cosecha, osea preservamos el recurso también en la compra”, cuenta Mabel.
En la tienda de raíz serrana se pueden encontrar más de 70 variedades de plantas medicinales, de las cuales algunas son cosechadas y otras compradas a cosechadores locales. Entre las principales hierbas que cosecha la cooperativa se encuentran: cedrón, poleo, peperina, carqueja, matico, llantén, pasionaria, menta, yerba buena, jarilla, toronjil, ajenjo, suico, paico, burrito, ruda, romero, Doradilla y pulmonaria.
Ante los niveles de pobreza y precarización de Argentina, un proyecto como Raíz Serrana puede ser un ejemplo de que otras formas son posibles, de que la unión y el trabajo consciente pueden caminar en una misma dirección para el beneficio local y ambiental, no solo individual.
Su labor trae conciencia de la importancia de la preservación del monte nativo y de la tierra; “Mi relación con la tierra es de amor y respeto, no solo viéndola como un recurso, sino también como un medio físico y biológico en el cual nos movemos y pertenecemos. Mi relación es tratar de usufructuar y convivir con los ecosistemas de manera armónica”, relata Victoria.
Y por último, es un proyecto que trae al cotidiano la sabiduría tradicional ancestral de las hierbas como salud, alimento y medicina; la importancia de usarlas como medio de vida y no sólo en momentos críticos. En esta línea, Mateo Frías, técnico en parques, jardines y floricultura y responsable de la plantación de la cooperativa, habla sobre ser consciente de lo que nos rodea: “Los remedios están ahí en las plantas, todo el día ingerimos plantas en condimentos, en forma de té, en sopas. Las hierbas se usan de forma medicinal cuando se toma aislada y durante un periodo de tiempo para que el organismo humano reconozca el principio activo y nuestras defensas suban”.
Podés encontrar los productos de Raíz serrana ingresando a su página web, seguir la cooperativa y apoyar su proyecto mediante sus redes sociales, también visitar la reserva natural “Los Mates” para hacer una caminata guiada y reconocer las distintas plantas -se requiere reserva previa con el contacto 3544 51-4133-.
Mini bio de la autora: Micaela Petrarca es comunicadora y viajera, aliada de la palabra y la curiosidad.
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