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La narrativa viva de la memoria – Emiliana Miguelez, Otros Focos | Revista Colibri
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La narrativa viva de la memoria – Emiliana Miguelez, Otros Focos

“¿Qué mecanismos de poder determinan las imágenes que prevalecen? ¿Cómo se preservan las imágenes donde hay gestos de supervivencia? ¿Qué legitima la propiedad de la tierra? ¿Qué estamos dispuestxs a naturalizar?”, Emiliana Miguelez (Desentierro)

Por Nicole Martin

En el Camino Negro de 2008, a tan sólo 3 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, un policía cabalga sobre una de las mayores tomas de tierras en la Provincia de Buenos Aires. Emiliana Miguelez, fotógrafa argentina, cubre para Diario Clarín el desalojo de 4 mil familias que habían ocupado cien hectáreas de un basural abandonado por más de cincuenta años. Ella captura el momento en que el cuerpo de caballería quema las casillas y también cuando una mujer amamanta a su bebé cubierta por una sábana blanca. Ninguna de las dos fotos se publica en el Diario Clarín.

Emiliana recuerda la escena desde su sala de estar: las personas desalojadas que cortan la vía, vecinos quejándose del corte y la toma del basural, tiros a lo lejos, los medios apostados de espaldas a la represión y enfocando a las gomas quemadas del corte. Ella decide apuntar su cámara hacia la policía destruyendo las casas y, por primera vez, toma dimensión de la incoherencia entre lo que estaba pasando y lo que iba a cubrir el diario al día siguiente.

Para entender el sentido de los hechos, la mejor herramienta de la fotógrafa no es la cámara, es “escuchar”. Lo dice vestida con un pantalón color aborto legal y en su mirada que todo lo cuestiona, también se observa a sí misma. Aquel día entrevistó a la mujer que amamantaba en la toma y, por respeto, no le sacó fotos. Cuando se iba, la mujer le gritó que vuelva: “Yo quiero que mi hija sepa que yo resistí acá”. En la decisión anterior de suponer que la invadía y no preguntarle, Emiliana piensa que tomó una postura colonizadora.

Fotografías de Emiliana Miguelez. Una de las mayores toma de tierras en la Provincia de Buenos Aires. En Lomas de Zamora una localidad, ubicada a 5 km del puente que la separa de la Ciudad de Buenos Aires, 4 mil familias ocuparon en dos semanas cien hectáreas de un terreno abandonado por mas de cincuenta años que se había convertido en basural. Después de un desalojo policial, a cargo de la Policía Bonaerense donde quemaron todas las casillas que ocupaban el terreno, los ocupantes cortaron el Camino Negro, para garantizar la reocupación del territorio. 20-11-2008


Nació en Burzaco el mismo año del Golpe de Estado realizado por Videla y Massera. Es de una generación donde en las escuelas de fotografía se estudiaba a varones cis de América del Norte, que cubrían una narrativa lejana y hegemónica. Ahora que comparte el aula como docente, ella enseña otra cosa. Trabajó dieciséis años en Diario Clarín, entre muchos otros medios como Revista Anfibia, Revista Crisis y Socompa. En todos aquellos lugares, Emiliana ejerció su profesión más concentrada en el proceso que en el resultado y, sobre todo, construyendo su sentido a partir de sus propias preguntas.

“¿Por qué si una empresa de logística corta una calle nadie se queja, y si son familias tomando un terreno sí lo hacen?”, suelta. Cuenta que seleccionaba los materiales que le daba al diario, porque sabía que lo iban a usar para crear una narrativa que no compartía. Por ejemplo, podían usar las fotos de personas que vivían en los barrios para ilustrar notas sobre narcotráfico, que no tenían nada que ver. “Esa incoherencia es legítima porque son los medios de comunicación los que imponen la agenda”, agrega.

En su mirada que reformula, aparece el pasado. Sigue los pasos hacia atrás para comprender la narrativa viva de la memoria y, aunque vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde hace veinte años, cuando habla de “su casa” puede estar refiriéndose a la casa de sus padres en Burzaco. Al crecer la gente piensa en vivir en la playa o en la montaña, pero ella siente volver. De aquella inspiración nace su proyecto «Viaje conurbano», en donde hace un recorrido por distintos espacios de la provincia, en contexto con su devenir histórico y con las personas que la habitan.

Fotografía de Emiliana Miguelez

Fotografía de Emiliana Miguelez

Su casa actual en La Boca está llena de recuerdos. Se disculpa por el desorden, pero también admite que “el desborde es parte de la vida de los fotógrafos, tampoco hay que mentir”. Un placard abierto demuestra algunos de sus decenas de libros mientras que, en la habitación, la ropa se guarda en una biblioteca. En una mesa ratona, la punta de un pequeño árbol de navidad yace decorado con una foto de “Zapi”, un gato recientemente fallecido y nombrado como Emiliano Zapata. A su lado, le rinde homenaje una escultura con bigotes y cuatro patas de maples de huevos.

Sus dos casas siempre estuvieron en construcción, también por esa cuestión habitacional siente empatía por las personas de las tomas de los barrios. En su primer hogar, una historia describe mucho de lo que Emiliana es como persona y como profesional: en la dictadura, sus padres sindicalistas y comunistas tuvieron que enterrar muchos de sus libros -sobre poesía y teoría política- en el patio de la casa. Tomaron aquella decisión desesperados, al observar por la ventana al ejército argentino, que amenazaba desde la terraza vecina con ametralladoras.

Creative Commons. Paula Colavitto y Alana Rodríguez (Revista Colibrí). Emiliana Miguelez en su casa de La Boca (CABA), rodeada de sus fotografías y libros favoritos.

Veinticinco años después de este hecho fundacional de la vida de Emiliana, en un 2001 atravesado por la historia, la familia se reunió para desenterrar la biblioteca. Aunque la excavación no logró su objetivo, el evento fue catártico y profundamente reflexivo sobre un pasado tan oscuro que no se puede repetir. En el proceso se compartieron mapas, conversaciones difíciles y las preguntas de la pequeña hija de Emiliana renovaron las versiones.

En el desentierro surgieron las distintas interpretaciones que demuestran que no existe una sola historia. “Tampoco la historia contra-hegemónica es una”, dice Emiliana. Los libros no se encontraron y el mapa se va desdibujando de a poco en la memoria fragmentaria familiar, según escribe la fotógrafa. El archivo refresca que el presente está construido de las piezas del pasado que no se olvidan, para recuperar lo robado y contar la historia propia.

***

Mini bio de la autora: Nicole Martin es periodista de investigación. Ama tejer redes transfeministas: lidera investigaciones colaborativas en la región, es cofundadora de la Revista Colibrí y directora de Vita Activa.

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