El compromiso es con el pueblo – Gala Abramovich, Otros Focos

Por Charo Zeballos

Hay cosas en la vida que movilizan. Como si existieran los momentos de epifanía, algo adentro palpita y te dice “es por ahí”. A Gala la moviliza el pueblo y la militancia, sus fotografías acompañan y dan cuenta de estas inquietudes. La revelación llegó temprano en su vida para irrumpir en un universo construido por dinámicas de la “típica familia de los 90’s”. Barbies que mandaba la abuela, la casa, el perro, viajes a Estados Unidos, las deudas y, sobre todo, nada, pero nada de política en la mesa.

Creative Commons. Gala Abramovich, fotoperiodista, posa con su cámara en la concentración por el día de la visibilidad lésbica el 7 de marzo en Ciudad de Buenos Aires. Foto de Alana Rodríguez (Revista Colibrí)

Gala mira al mundo con los ojos de quien quiere transformarlo, lo hace desde bien chiquita. Su trabajo fotoperiodístico abarca un enfoque interseccional y se posiciona allí donde suceden las cosas que los grandes medios no cubren.  El velorio de Lohana Berkins, los femicidios en La Matanza, la Marcha del Orgullo en la Villa 31, entre otras. La mueve la incomodidad que siente, también generar preguntas nuevas en las personas.

“Un verano toda la familia se fue de vacaciones a Miami”, cuenta y explica que su mamá vivió gran parte de su vida en Estados Unidos, incluso conserva muchos parientes en aquel país, por eso los viajes recurrentes. Pero aquella vez ella no quiso acompañarla. Fiel a su estilo, hizo por su cuenta el viaje que quería y recorrió la Venezuela chavista.

Su mamá no entendía porqué le gustaba pasar todo el día en una villa, en una movilización o trabajando en un comedor. En la adolescencia se lo preguntaba constantemente, no de mala, sino porque eran cosas que nunca se había puesto a pensar. Lo cierto es que a temprana edad ella ya había demostrado su mirada crítica ante el mundo. Cuenta que, a los once años, en la crisis de 2001, escribió una carta que decía que todo el mundo tenía que poder comer. Ahora lo toma como un signo temprano de lo que se desataría años después.

Lo que quedo luego del desalojo de un territorio de Guernica.

Cuarta Marcha del Orgullo de la diversidad Transvillera y Plurinacional en la Villa 31.

El “es por ahí” empezó en la secundaria, donde se encontró con el Centro de Estudiantes. Primero empezó militando tranquilo, pero en tercer año comenzaron las tomas en la Ciudad de Buenos Aires y ella participó activamente, acompañó a varios colegios, incluído el suyo, participó de asambleas, de las reuniones en el Parque Rivadavia, militó en territorio y durmió en casas tomadas. Llegó a recibir amenazas y persecuciones en la misma época en que desaparecieron a Julio López en La Plata. “En ese momento mi mamá hizo un click y pudo entender lo que era la militancia para mí”, afirma. 

La fotografía llegó en 2009 como otra revelación. Fue luego de pasar por la carrera de cine en la Universidad de Avellaneda, donde un docente le había dicho que por su cara de Centro de Estudiantes no iba a durar ni tres meses. “Sucedió”, afirma y se ríe.  Dejó la carrera a los tres meses porque estaba participando de una toma en una fábrica recuperada y conoció Antena Negra TV, un canal de televisión comunitaria, medio en el que comenzó a participar casi inmediatamente. En esa práctica aprendió producción, dirección y edición de video y sonido. A la par, combinó su conocimiento de electricidad y armado de circuitos, y empezó a instalar y armar transmisores para radios comunitarias.

“No tenía otra identidad conmigo misma que no fuera yo militante”, explica y recuerda que en el ingreso a la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) ella dijo: “soy Gala, militante feminista”. Volverse fotoperiodista fue la respuesta a la pregunta de qué quería hacer con su vida, que le devolvió la certeza del amor por la imágen. Su familia le regaló esa primera cámara con la que conformó un colectivo fotográfico llamado RABIA, así empezó a salir a la calle. Dejó de ser parte de la seguridad en las movilizaciones y comenzó a capturar imágenes. 

Inauguración de «El cuarto de Lucia» en el Museo de la Comisión Provincial por la Memoria .

Gala es lesbiana y marxista, esas convicciones prevalecen aunque asegura que tuvo que renovarlas porque tantos años de falta de individualidad y autocuidado, de militar desde el sufrimiento “dándolo todo”, le dejó ansiedad y secuelas físicas. Ahora lo mira en retrospectiva, “por suerte hubo muchos cambios”, afirma y recuerda que incluso cuando “salió del clóset” fue a militar el lesbianismo sin detenerse a pensar qué le estaba pasando.

“Tampoco considero que los espacios identitarios, por ser identitarios en sí mismos tengan un sentido”, afirma y recuerda su militancia en la Asamblea Lésbica Permanente, un espacio que destaca por encabezar luchas a nivel nacional, como el pedido de libertad para Higui. Más allá de eso, hay un punto en el que se buscaron otros objetivos y encontraron que no existían los acuerdos necesarios porque la mirada no era compartida. «Yo intento que, tanto en mi fotografía como en mi vida haya una mirada interseccional, entonces mi lucha no es solamente porque las lesbianas del mundo nos levantemos, sino que haya un trasfondo de lucha de clases, antiracial, antipatriarcal”.

Higui en la Marcha del orgullo LGTBINB+ de CABA.

Angie Daniela Tangarife León, trabajadora de Pedidos Ya. Foto parte del ensayo «Encarnar la lucha, protagonizar la resistencia» sobre despidos, cierre de fabricas y precarización durante el macrismo.

Su compromiso a la hora de fotografiar es con las personas. Concibe la imagen como historias y se pregunta siempre si la fotografía ayuda o perjudica a les retratades. Discute con la idea de que los medios de comunicación dan voz a quienes no pueden hablar. “Nosotros contamos historias si las personas nos dan permiso”, afirma.

Cuando le preguntan si cree en algo Gala se queda pensando. En Dios no, en el horóscopo tampoco. Mira con ojos de convicción y asegura «en el pueblo». Su trabajo en Revista Crisis, los proyectos y ensayos autorales en su web y las colaboraciones en medios nacionales e internacionales, dan cuenta de este compromiso. Por más explicaciones que se busquen, algo palpita y ella lo siente, lo observa, lo encuadra y dispara.

Bio de lx autorx: Charo  Zeballos es Licenciada y Profesora en Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Plata. Forma parte del equipo de investigación del Laboratorio de Comunicación y Género y es ayudante graduada de Comunicación y Educación cátedra II (FPyCS- UNLP). Desde 2018 se desempeña como periodista y creadora de contenido digital para redes sociales especializada en género y diversidad. Es redactora y community manager en Revista Colibrí y en Educ.ar.

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