Mensaje para no desesperar

Por Agustina Verdi

Tenemos nuevo presidente electo que se hace llamar “anarcocapitalista”, una nueva faceta de la derecha neoliberal. Una jugada estratégica con el apoyo de Mauricio Macri y Patricia Bullrich le permitieron a Javier Milei de La Libertad Avanza sacar el 55.69% de los votos superando por más de 10 puntos al candidato Sergio Massa de Unión por la Patria.

Las personas que esperábamos un milagroso resultado de las elecciones, donde el candidato era el actual ministro de economía en una Argentina con más de 140 puntos de inflación, comprendimos a la fuerza que la gente con hambre, sin dinero y en condiciones de empleo precario vota el cambio con esperanzas, aunque ese cambio quizás no la favorezca.

La propuesta es el ajuste radical, achicamiento del Estado para minimizar el déficit fiscal, reducir la inflación y así tener una Argentina mejor. La promesa de Argentina libre y renovada, estrangulando la esfera pública y enalteciendo la propiedad privada, tiene como objetivo eliminar “la casta”, una tradición política que está enquistada y a la cuál muchas críticas se le puede hacer pero, ¿es esta la manera correcta de regular el exceso de poder?

Además de propuestas de gobierno que deforman y ridiculizan la palabra libertad, el gran problema lo encontramos en el tono de campaña. Javier Milei ganó protagonismo en la esfera pública por ser un candidato desbordado, violento y gruñón que expresa el hartazgo y la bronca que tienen muchas personas de clase media. Se puede encontrar un vínculo con el malestar producto de las limitaciones que se sufrieron en la pandemia.

Actualmente, respecto a la economía, estamos frente a un cepo cambiario, trabas para compra y venta de dólares en el mercado oficial, impuestos a las compras con tarjeta en el exterior, entre otras limitaciones al libre mercado, con el objetivo de preservar la economía del país. Medidas que el economista autoproclamado “el león”, propone eliminar.

Se puede intuir un gobierno que profundice el modelo macrista de forma más drástica y radical exacerbando el poder de las fuerzas de seguridad y eliminando varios Ministerios  como Desarrollo Social, Salud, Trabajo y Educación, para reemplazarlo por el de “Capital Humano”.

Javier Milei no disimuló nunca su falta de empatía y compromiso social, fue escalando en la esfera pública con propuestas como libre venta de órganos y de armas, falta de respeto y odio al feminismo y a todo el colectivo LGBTIQ+ y un negacionismo imperante sobre los hechos cometidos por la última Dictadura Militar que pone en duda el mismísimo sistema democrático.

Frente a estas declaraciones, nosotres, les “ciudadanos del mal” es decir, les que no nos identificamos con las características para los que el presidente electo va a gobernar, estamos sufriendo días de mucha tristeza y ansiedad. La campaña fue larga y nos dedicamos a disputar votos en blanco que nos dejaron a todes agotades y ahora tenemos pesadillas al pensar, ¿qué pasará si se cumple todo lo que el candidato electo hizo lema de campaña?.

Para bajar las aguas y transmitir un poco de calma, aquí un mensaje para no desesperar: primero es importante repasar las condiciones en las cuáles las propuestas de campaña pueden o no tener lugar.

La división de poderes
En primera medida, vale recordar las bases de la democracia: estamos en un modelo de Gobierno Republicano, esto implica la división tripartita del poder entre el Poder Ejecutivo, encargado de la conducción política y administrativa a cargo del Presidente, el poder Legislativo, que somete a debate entre los representantes populares las leyes y las decisiones administrativas a cargo de Diputados y Senadores y el Poder Judicial, que vela por el cumplimiento de las leyes y los principios fundamentales del orden público y está a cargo de los Jueces.

Esta aclaración es para traer un manto de paz, no es posible llevar adelante sus propuestas de campaña con total impunidad. En la nueva configuración del congreso, La Libertad Avanza, tendrá 38 diputados y 7 senadores. Si bien el acercamiento al ala más dura del PRO por el acuerdo con Mauricio Macri y Patricia Bullrich podría sumarle alrededor de 40 bancas más en Cámara de Diputados (y estás son negociaciones que aún no se pueden definir con certeza) siguen siendo minoría frente a las 105 bancas que tendrá Unión Por la Patria.

Respecto al Senado, para tener quórum para abrir una sesión, debe haber 37 presentes. A los 7 de su fuerza, LLA deberá sumar 30 más entre los 24 de Juntos por el Cambio y otras fuerzas, que deberán estar de acuerdo en legislar por proyectos como la dolarización y privatización de toda empresa pública y ya sabemos que en temas tan sensibles, no todes estarán dispuestos a participar.

Distinta es la situación de Unión por la Patria que usará el senado como “espacio de trinchera” ya que allí cuentan con 33 senadores y necesita negociar con menos fuerzas para llegar a los 37 que dan quórum para el inicio de sesión.

¿Gobierno por DNU?
Rápidamente se puede pensar que la respuesta para solucionar la falta de quórum, va a ser gobernar a través de DNU (decretos de necesidad y urgencia), pero tampoco es tan fácil gobernar por decreto. Una vez dictado, el jefe de Gabinete debe dirigirse a la Comisión Bicameral Permanente del Congreso (integrado por 8 diputados y 8 senadores) en un plazo no mayor de 10 días. Esta comisión tiene que elevar un dictamen y enviarlo a cada Cámara legislativa para su tratamiento en no más de 10 días. Cada cámara del Congreso deberá emitir una resolución expresando su apoyo o rechazo al DNU, si ambas cámaras rechazan el decreto, éste pierde validez de forma permanente, tal cúal expresa la Constitución Nacional.

Entonces, de nada sirve preocuparse por adelantado de las amenazas y propuestas que circularon en campaña, ya que hay muchas que no va a poder llevar adelante. Sí tendrá en sus manos las Fuerzas de Seguridad, que pueden llevar a un recrudecimiento de la violencia y represión, sí tendrá en sus manos el poder de definir la conformación o eliminación de ministerios que puede dejar a muchas personas que trabajan actualmente por contrato de locación sin empleo y estos sectores desfinanciados y tantas otras medidas que amenazan la tranquilidad y los derechos del pueblo.

Pero estas se irán viendo paso a paso y paso a paso se denunciarán y resistirán para que no avancen impunemente sobre todo lo construido, para que no deje sin esperanza a un pueblo que ha luchado históricamente por el cuidado de lo público y los Derechos Humanos.