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Las Argentinas posibles en materia de seguridad | Revista Colibri
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Las Argentinas posibles en materia de seguridad

Por Nicole Martin

En tiempos en los que las elecciones de 2023 se adueñan de los pensamientos, las conversaciones y el minuto a minuto en los medios de comunicación, un tema ocupa el centro del debate presidencial: la seguridad. Esa idea que tiene tantas interpretaciones como aristas se simplifica en discursos casi binarios para la propaganda. Aunque se utiliza para reforzar el perfil de les candidatos y fidelizar votos, manifiesta en el imaginario colectivo las Argentinas posibles.

Este domingo 22 de octubre, se llevarán a cabo las elecciones presidenciales y legislativas de Argentina. En un país donde rige el sistema presidencialista, la persona elegida como Presidente tendrá la responsabilidad de representar formalmente a toda la nación y gobernar en coexistencia con el poder Legislativo y el poder Judicial.

Por este motivo, para el Dr. Federico Lorenc Valcarce, quien es sociólogo e investigador independiente del CONICET en el Instituto de Investigaciones sobre Sociedades, Territorios y Culturas (ISTeC), todo debate sobre seguridad en una campaña presidencial parte de una incomodidad básica para todo candidato, sobre todo si quiere ser intelectualmente honesto: “Gran parte de los hechos y responsabilidades relacionados con este tema están fuera del alcance de las autoridades nacionales”.

Aunque la elección presidencial es la más sobresaliente en la coyuntura -y el debate sobre la seguridad está impuesto en la agenda-, el investigador refiere que todo lo que hace al delito común, desde robos callejeros hasta homicidios, está bajo la órbita de los gobiernos provinciales, de las policías provinciales y de los tribunales provinciales, sobre los que la presidencia no tiene ninguna injerencia.

Por lo tanto, la discusión genuina sobre proyectos sobre seguridad es más bien una oportunidad para hacer planteos más generales, que tienen un carácter táctico dentro de las campañas, o permiten afirmar ciertos valores, como por ejemplo orden, libertad, tranquilidad, entre otros.

Para contrastar esta mirada académica con la de alguien de las fuerzas, Revista Colibrí entrevistó también a un científico social que trabaja en una fuerza federal, a quien se le concedió el anonimato para cuidar su fuente de trabajo. En adelante le llamaremos «P.”.

P. coincidió con Lorenc Valcarce con respecto a la dependencia provincial, y agregó que, además, toda propuesta se hará efectiva o no dependiendo del presupuesto otorgado a las áreas correspondientes (la propuesta de presupuesto nacional es elaborada por la Oficina Nacional de Presupuesto, entregada al Poder Ejecutivo y sancionada con fuerza de ley por el Poder Legislativo).

Una semana antes de las elecciones, en las encuestas de intención de voto, son tres las personas señaladas para disputarse la presidencia: Javier Milei de La Libertad Avanza (LLA), Sergio Massa de Unión por la Patria (UxP) y Patricia Bullrich de Juntos por el Cambio (JxC), en orden de votos, según consultores y encuestadores.

Ambas fuentes consultadas analizaron sus propuestas sobre seguridad en relación a las posibilidades de país que se abren, y también en el contexto concreto para cumplir las promesas:

  • La seguridad para Javier Milei: el economista de ultraderecha es el que propone las políticas de seguridad más radicales dentro del debate, tanto en términos ideológicos como de transformación de la estructura social de Argentina. En su discurso en el Segundo debate presidencial referido a seguridad, se manifestó en contra las ideas del Dr. Zaffaroni (uno de los más destacados abogados penalistas, jueces y criminólogos argentinos) que “cambian el rol entre víctima y victimario” y propuso “hacer efectivos los castigos, que sea costoso ser delincuente”.

Para el sociólogo entrevistado, quien también es profesor en el Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Mileirepite los lugares comunes punitivistas de la derecha más convencional, pero matizados con un marco teórico de manual de economía neoclásica”.

Además, Milei propuso cambiar la Ley de Seguridad Nacional, la Ley de inteligencia, modificar el sistema carcelario, el código penal, el código penal-procesal, aunque no refirió de qué manera y tampoco si contaría con el apoyo de los otros poderes para poder hacerlo.

A Lorenc Valcarce, estas medidas le parecen realmente preocupantes, ya que son leyes pilares de la transición democrática en materia de seguridad y defensa. “La discusión sobre estas leyes se asocia con la posibilidad de que los militares participen en la lucha contra el narcotráfico, pero dados los posicionamientos de Milei en otros temas, podríamos estar frente a una propuesta más amplia, que incluya la participación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interior en un escenario más parecido al de los años 1970”, afirmó.

En un escenario golpista, ese podría ser el último recurso de un Presidente sin poder institucional que no quiere resignar sus proyectos y está dispuesto a “quebrar el orden constitucional”. Sin viajar demasiados kilómetros, siembran precedentes el ejemplo de Brasil y otros países de la región.

Como un espejo de la política de Bolsonaro en Brasil, Milei también propone “la desregulación del mercado legal” de las armas.

P., por su parte, considera que se necesita mucho apoyo para realizar los cambios legales que propone Milei, por lo cual predice que “va a tener mucha resistencia”. Para el científico, no hay posibilidades de que tenga el apoyo necesario, sin embargo, reconoce la estrategia de hablarle a la población argentina bajo el paraguas de “quien las hace las paga”.

Como modelo de país, relaciona la política de Milei con la que ejerció Macri entre 2015 y 2019. Respecto al impacto que puedan llegar a tener estas políticas, dice que “No hay más que recordar de qué manera las Fuerzas de Seguridad se han desempeñado durante esos cuatro años”. El saldo de la gestión de Mauricio Macri fue una muerte cada 19 horas por violencia institucional y policial.

  • La seguridad en Argentina para Sergio Massa: El Dr. Lorenc Valcarce sostiene que las propuestas de Sergio Massa son muy moderadas, “consisten básicamente en mejorar lo existente y creo que le habla a un público que ya no cree en el discurso criminológico progresista que caracterizó al kirchnerismo en los 2000 y los 2010, pero sin perder derechos básicos y algunas reglas constitucionales y legales básicas”.

En el debate, Massa propuso crear una fuerza de seguridad especializada, el “FBI argentino”. Para el trabajador del área, “fuerzas federales sobran”, por lo cual no cree que impacte mucho en la concepción del país. Sin embargo, sí reconoce una estrategia similar a la de Alberto Fernández en la campaña del 2019: políticas que intentan hacer hincapié en un aspecto más bien “pasivo” de quienes vigilan, evitando abordar cómo es que el personal de las fuerzas va a accionar y apoyándose en la responsabilidad de la ciudadanía, como se representa en la consigna “construyendo seguridad ciudadana”, que difundió Fernández durante su gobierno.

Desde otra mirada, para el sociólogo esta propuesta surge a partir de que la Policía Federal se quedó sin territorio, y potenciaría sus funciones de investigación de los delitos complejos (narcotráfico, crimen organizado, trata, corrupción), que son los que corresponden al nivel federal.

Sabiendo que el accionar de las fuerzas es un tema incómodo entre sus votantes (a diferencia de sus dos opositores), P. identifica que Massa evita hablar de cómo es que los efectivos van a realizar su trabajo represivo -siendo que reprimir es potestad de las fuerzas– y propone poner el foco en “automatizar” la vigilancia.

Ambos coinciden en que las tecnologías como los botones antipánico y la vigilancia que Massa propone, tienden a reforzar la Argentina que ya existe, por lo cual no son una gran innovación. Sobre este tema, el sociólogo refuerza que “todo lo que tenga que ver con lo judicial solo tiene injerencia en la justicia federal y nacional, por lo tanto, un presidente tiene pocas o nulas chances de incidir en los fueros provinciales”.

  • Patricia Bullrich y su propuesta en materia de seguridad:Las medidas propuestas por Patricia Bullrich forman parte de un repertorio punitivista bastante establecido que venimos escuchando hace más de diez años: Pena efectiva de cárcel, baja de la edad de imputabilidad y combate al narcotráfico con las Fuerzas Armadas”, sostiene el Dr. Federico Lorenc Valcarce.

La pena efectiva de cárcel ya sucede, demostrado por el hecho de que la mayor parte de las personas privadas de libertad no tienen condena. La baja de la edad de imputabilidad ya ha sido debatido y el sociólogo advierte que “no parece haber pruebas de que sea una solución, incluso si no consideramos los aspectos éticos y políticos de castigar a niños y niñas”. Pero además, actualmente si les menores cometen un delito tienen un régimen penal específico para ellos, “no es que sean impunes”.

Sobre este punto, el trabajador de la fuerza federal lo percibe como una repetición del discurso electoral de Macri y le “aterra” la idea de bajar la edad de imputabilidad: “No creo que encerrar a una persona de 14 años en una cárcel vaya a lograr algo más que exponerla a nuevas instancias de violencia física y mental, generar traumas, incorporar nuevos comportamientos criminales y someterla a vejaciones materiales”.

Bullrich busca diferenciarse de Milei en la política sobre armas, cuando advierte que está en contra. En el primer debate, afirmó que prefería que la gente no tenga que estar armada, sino seguir la tradición argentina donde las personas son cuidadas por las fuerzas de seguridad.

Finalmente, Lorenc Valcarce refiere que las reformas judiciales, salvo en algunos aspectos marginales, corresponden también a los gobiernos provinciales, y no a la nación. Y aunque parece interesante la propuesta de que las bandas de crimen organizado que operan desde la cárcel tengan restringidas sus comunicaciones, no queda claro cómo es que sería aplicable y cuáles serían sus consecuencias concretas.

El uso de las Fuerzas Armadas para cuestiones de seguridad interior está prohibido por la ley, es parte de un consenso logrado entre los años 1980 y 1990. Sumado a que “la mayor parte de los militares no quieren convertirse en una policía anti narcos que pelea cuerpo a cuerpo con bandas criminales en las villas”. Por lo tanto, considera que esta propuesta no tiene posibilidades reales de ser aplicada en una situación de relativa normalidad.

P. coincide en que las propuestas no son innovadoras y reconoce que muchas de las propuestas ya fueron realizadas parcialmente en la gestión anterior. Sin embargo, ambos reconocen que Bullrich le habla al electorado conservador de Juntos por el Cambio, quienes votan por el discurso de mano dura y orden.

De esta forma, P. no ve mucho apoyo teórico en las propuestas de ninguno de los candidatos. Desde su experiencia en psicología, criminología y el detrás de escena de las fuerzas, no hay “ningún tipo de sustento teórico detrás de estas propuestas, pero sí definitivamente muchos estudios de marketing”.

Algo a destacar es que en las propuestas de les tres principales candidatos, no se profundizó en la relación entre exclusión social, desigualdad y delincuencia. Sí lo hicieron otres candidates, como Juan Grabois (UxP) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y de Trabajadores).

A diferencia de las nociones en las que profundizaron -asuntos que las fuentes consultadas relacionaron más con el accionar de gobernadores, policías provinciales y los poderes judiciales locales-, el Ejecutivo sí puede implementar políticas de inclusión social, que impacten en la seguridad. Pero “no es lo que la mayor parte del electorado quiere escuchar, sobre todo si es comentado negativamente por la oposición y el periodismo”, afirma el sociólogo.

El investigador concluye que “estamos ante escenarios ligeramente punitivistas, uno en una sociedad más parecida a la actual, los otros en un país con más conflicto social y más violencia”. De todas maneras, las Argentinas posibles se jugarán en el conjunto de las medidas que ejercen los tres poderes.

Si la economía, el empleo, los ingresos, la escolarización, entre otros, mejoran, seguramente estaremos mejor en materia de violencia y delitos. Si no lo hacen, se profundizará el malestar actual y la represión no será solo frente al delito, sino también frente a la protesta social”, resume.

Bio de la autora: Nicole Martin es periodista de investigación. Ama tejer redes transfeministas:
lidera investigaciones colaborativas en la región, es cofundadora de la Revista Colibrí y directora de Vita Activa.

Otras notas de la autora : 
Reforma Constitucional en La Rioja

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