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Resistencias Migrantes: Comedor Espacio Comunitario, villa 20 | Revista Colibri
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Resistencias Migrantes: Comedor Espacio Comunitario, villa 20

Por Paula Colavitto y Pablo Hernán Velázquez
Fotos: Alana Rodriguez
Diseño de portada: Flor Nicolini

En el comedor «Espacio Comunitario», en la Villa 20 de Lugano, trabajan alrededor de 10 mujeres, en su mayoría migrantes, que son parte del Frente de Organizaciones en lucha (FOL), allí todos los días sirven comida para les vecines del barrio.

El año pasado, durante el aislamiento  por la pandemia de Covid-19, su rol como «trabajadores esenciales» no dio lugar a la duda: las raciones de comida se multiplicaron, llevaron a domicilio comida para quienes estaban aislades en sus casas y también generaron ollas populares fuera del comedor para ayudar a aquellas personas que se encontraban envueltas, aún, en mayor vulnerabilidad  por estar en situación de calle.

Rosario, Camila, Silvia y Yhovana son migrantes bolivianas, en diálogo con Revista Colibrí, las tres coinciden en que llegaron a Buenos Aires para buscar una vida mejor, encontraron en el FOL un espacio de trabajo, organización política y, sobre todo, contención. Tanto ellas como sus compañeras trabajan de forma cooperativa en el comedor.

En esta nota te contamos cuál es el rol social que cumplen las trabajadoras migrantes de los comedores y cómo fue sortear colectivamente los momentos más críticos de la pandemia, también profundizamos sobre el reconocimiento de sus derechos como «esenciales» y de qué forma el Estado reconoce o no estos derechos.

– ¿Qué rol cumplen dentro del comedor? ¿Cómo se organizan dentro del FOL para trabajar? 

– Silvia: Nosotras nos dedicamos a cocinar. Cocinamos para 800 raciones, 800 platos serían. Cocinamos de lunes a viernes y cada semana se cambia el plato.

-Rosario: En sí, a mí el FOL me ayudó bastante porque como cada persona que llega de un lugar extranjero, más allá de las costumbres que tenemos dentro de nuestro país, es muy distinto. Acá me abrieron mucho las puertas, empecé a ver otra forma de vida, otra visión y empezamos a luchar, a hacer que sea viral todo el trabajo que realizamos dentro de la organización y ahí conseguimos lo que es ahora el PT, el plan «Potenciar trabajo» (programa argentino que brinda un incentivo económico a cambio de una contraprestación en proyectos socio-productivos, socio-laborales y/o socio-comunitarios o a través de la terminalidad educativa).

En el FOL, todas las compañeras trabajamos por ese PT, ya sea en la cocina, ya sea en género, salud, construcción, en barrido y recolección… 

– ¿Cómo fue el trabajo en el comedor y su rol en el mismo durante el aislamiento del 2020 por la Covid-19? 

-Rosario: Durante la pandemia nosotras trabajamos bastante desde los comedores, más allá de que todos estaban aislados, nosotras seguimos laburando durante todo el tiempo, llegando a cada familia con las comidas.

-Silvia: A veces nos faltaban manos para repartir, era mucha la gente que venía a retirar la comida y a veces como ya no nos quedaba comida a nosotras, nos daba pena que no alcance para todos. Eso nos pasó mucho más durante la pandemia. 

-Camila: Y también ayudamos a las personas que estaban aisladas en sus casas, les preparábamos los platitos descartables, lo poníamos en bolsita y lo llevábamos a sus casas. Eran bastantes familias y lo llevábamos, llevábamos pan y lo que podíamos, le dábamos, todo. 


-En el momento más crítico de la pandemia, ¿se sintieron protegidas por el Estado mientras realizaban este trabajo?

– Rosario: No, porque no éramos reconocidas como esenciales, el gobierno no nos reconocía y nosotras tuvimos que salir más allá, porque no podíamos llegar a todas las familias, a dar un poquito más saliendo con las ollas populares para todos los vecinos. Empezamos a hacer ollas populares en todos los puntos de la ciudad, para que llegue a otros que realmente no pueden llegar, osea, a los que también están en situación de calle y que no pueden acceder a un comedor, todo eso. Entonces fue una lucha muy grande que nos vean como «trabajadoras esenciales», porque realmente toda la pandemia trabajamos. 

-¿Cómo fue la experiencia del trabajo colectivo con sus compañeras durante ese tiempo? 

-Rosario: Creo que lo más importante fue la contención que tuvimos que tener, durante toda la pandemia, para poder estar juntas, apoyándonos como en familia. 

-Yhovana: En sí, ha sido más entre nosotras la unión, estar juntas cuando alguien necesitaba, estábamos todas y también en los días tranquilos y días difíciles. En los momentos más difíciles nos hemos apoyado una a la otra, es lo mas lindo que ha pasado. En esta pandemia, hemos conocido gente buena, gente que realmente quiere organizarse y quiere estar con nosotros  y hemos visto acá. Nos sentimos orgullosas de todas las compañeras que hacemos acá día a día. 

 

No te pierdas el reportaje en video de esta entrevista en nuestro canal de YouTube.

EQUIPO DE REALIZACION
Paula Colavitto, Alana Rodriguez, Pablo Velazquez, Florencia Nicolinni, Carla Peverelli y Nicole Martin


ENTREVISTADAS
Rosario Medrano, Camila Rojas, Silvia Jiménez y Yhovana Villca 


Este contenido es parte de «Resistencias Migrantes», una cobertura colaborativa entre cinco medios — Distintas Latitudes (México), Morras explican cosas (México), La Antígona (Perú), La Andariega (Ecuador) y Revista Colibrí (Argentina)— de la Coalición LATAM, una iniciativa para impulsar el crecimiento de nuevos medios fundados por jóvenes periodistas. Este video fue posible gracias al Fondo de Respuesta Rápida de Chicas Poderosas e Internews.

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