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Trabajo remoto y/o freelance: ¿y los derechos de las trabajadoras? | Revista Colibri
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Trabajo remoto y/o freelance: ¿y los derechos de las trabajadoras?

Por Nicole Martin

Un día cualquiera Andrea envía dos mails, pone el lavarropas, tiene una videollamada con un cliente, pone el agua a hervir para los fideos, arma un presupuesto para otro y mientras tanto organiza sus turnos médicos. Para Mariana la jornada comienza a las cinco de la mañana, para terminar sus pendientes antes de que su hijo se despierte y comience su otro turno, el de madre.

La modalidad de trabajo freelance y/o remoto no es tan reciente como parece, pero la pandemia multiplicó las historias. En este Día Internacional de les Trabajadores, Revista Colibrí trae algunos testimonios para reflexionar con perspectiva de género.

En un primer análisis, el trabajo independiente y/o fuera de la oficina, la fábrica, el hospital o la escuela tiene un beneficio evidente: la autogestión del tiempo y la independencia. Esto podría ser un beneficio para cualquier persona organizada. Bajo la lupa violeta, tiene potencial para aliviar las rutinas de mujeres e identidades feminizadas sobreexplotadas con tareas de cuidado. Ojo, no siempre es así. 

Meme: con el trabajo remoto, podrás estar con tu familia. Mujer amamantando en videollamada.“No tengo trabajados los límites y al tener tantos y proyectos clientes distintos, si me toca trabajar un domingo a las 3 pm, es parte de ser freelance”, cuenta Andrea, productora y editora de contenido sonoro. Maribel coincide, quien trabaja como profesora de francés independiente desde Rosario, Santa Fé, hace 9 años, a partir de que nació su hija.

En la pandemia, su trabajo se volvió remoto y una de las cosas que más recuerda fue el punto de vista de su hija: “En la escuela me dibujó con el torso hacia el frente mirando mi notebook pero con la cabeza hacia el costado mirándola a ella. Esa imagen representó lo que vio durante toda la pandemia”. El doble trabajo puede ser muy desgastante. “A veces es demasiado lo que tengo en la cabeza y siempre quedan cabos sueltos”, agrega.

Los límites aparecen como obstáculo en casi todas las historias. Nadia es freelance y trabaja remoto como Data Entry y Copywriter, no tiene hijes a cargo, pero cuenta que “la superposición del espacio de trabajo con el de la vida diaria hace que sea más difícil despegarse del trabajo”. Requiere de una mayor organización para poder desconectar la cabeza de las obligaciones.

Meme: Haz trabajo remoto, decían. Será divertido, decían.Pamela, periodista de Chaco, advierte que en su trabajo debe estar disponible todo el tiempo. Este trabajo “a demanda” provoca perjuicios en su salud mental. “Hay días que estoy en casa, pero sólo físicamente, y convivo con la culpa de no poder atender a mi niño como quisiera”.

Noelia, periodista y comunicadora, identificó en un trabajo remoto durante la pandemia que había mayor desconfianza de los jefes varones a las feminidades que trabajaban desde casa. “A nosotras nos exigían más demostración de resultados porque daban por hecho que nos ocupábamos de tareas domésticas o de crianza en el horario laboral”. Este prejuicio, analiza, es parte de la estructura del techo de cristal.

Quienes eligen estas modalidades, encuentran muchos beneficios. Andrea observa que, al ser autista, se beneficia mucho de trabajar en donde vive, porque le evita desgaste y le permite trabajar desde la comodidad de su sillón, o incluso en la cama si así lo siente. Maribel se toma unos mates con su gatito en el regazo mientras está trabajando, y destaca la libertad de elegir sus horarios y el valor de su trabajo.

¿Y los derechos laborales de las trabajadoras?

Meme: trabajas freelance y es momento del aguinaldo.

Aunque en Argentina rige la Ley de Teletrabajo que marca que los derechos y obligaciones deben ser los mismos que en la modalidad presencial, en casi todos los testimonios, las mujeres no gozan de derechos laborales y se desenvuelven como monotributistas. En muchos casos, aún en trabajos en relación de dependencia. 

Bárbara afirma que, aunque facturaba en su trabajo remoto para una radio pública, era una relación de dependencia encubierta. Sus derechos eran a criterio de quien la empleaba y trabajaba con sus propios materiales.

En un informe técnico sobre el trabajo remoto de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo en 2022, se identifican riesgos como la falta de seguridad sanitaria, alargamiento frecuente de las jornadas laborales y mayor soledad, agotamiento o depresión.

Para que los beneficios prevalezcan sobre los perjuicios, el documento recomienda que les trabajadores reciban el equipo adecuado para completar sus tareas y que se establezca el “derecho a la desconexión” y días de descanso suficientes.

Mayoritariamente, quienes comentan que sí acceden a vacaciones pagas, elementos de trabajo y obra social, son les que trabajan en tecnología o tienen trabajos en relación de dependencia con modalidad remota. Feliz será el día en que estos privilegios sean derechos para todes.

Ante el avance de nuevas modalidades que aumentan la productividad de les trabajadores y disminuyen los gastos de les empleadores, que el costo no lo paguen las trabajadoras.

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Mini bio de la autora: Nicole Martin es periodista de investigación. Ama tejer redes transfeministas:
lidera investigaciones colaborativas en la región, es cofundadora de la Revista Colibrí y directora de Vita Activa.


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