#Vivaslasqueremos

Por Facundo Pirola

Actrices Argentinas se vio en la obligación el día de ayer, 14 de enero, de sacar un comunicado sobre los ataques constantes que vienen recibiendo a raíz del apoyo a las víctimas de abusos sexuales en el medio artístico, a la vez que demuestran su apoyo a las mismas por fuera del campo que les es pertinente. La naturaleza de los comentarios en Twitter al post del colectivo demuestra el alto grado de agresión que la sociedad actual maneja. La confusión al respecto del papel que una ONG decidió tomar en pos de la lucha por una sociedad más justa para la mujer, se hace palpable en los argumentos de las personas que se sienten afectadas por dichas acciones.  Actrices Argentinas reafirmó su papel como figura de contención y soporte a las víctimas. Esclareció que no son el Estado y que las herramientas a disposición no alcanzan para sanar de raíz el mal de la violencia machista.

¿El paradigma de esta realidad? La agresión de los comentarios en Twitter al Colectivo de Actrices Argentinas lo demuestra muy bien. Insultos explícitos, frases violentas, argumentos ad hominem. La lista se extiende en casi 200 comentarios que defenestran las acciones del colectivo. Comentarios que duelen extra porque en su mayoría vienen de parte de mujeres que parecería no pueden ver más allá de su propia mezquindad.  Pero las actrices argentinas son eso: un Colectivo de mujeres que cansadas de la violencia comenzaron a transparentar los abusos del medio artístico, desencadenando una reacción masiva de denuncias. Reacción necesaria para ir desenmascarando cada vez más la naturaleza del patriarcado machista.

“América Latina es uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser mujer: la región tiene la tasa más alta del planeta en agresiones sexuales a las mujeres y se estima que doce mujeres son asesinadas al día. Esta violencia se relaciona directamente a la arraigada cultura machista en la región. La tendencia de cosificar el cuerpo femenino impulsa el acoso que sufrimos las latinoamericanas de manera cotidiana”, Jordana Timerman, “Vivas nos queremos y juntas nos defendemos”, The New York Times, 4/1/2019.

Sin embargo, el pueblo no puede hacerse cargo de lo que deberían ser políticas de Gobierno, y responsabilizar al Colectivo de Actrices sólo genera que el sentido común tome partido en tópicos donde se necesita un mayor nivel de análisis. Pequeños pasos como la Ley Micaela son grandes, ¿pero de qué sirve capacitar a las entidades gubernamentales cuando existen casos como los de Lucía? ¿Cómo se organiza la lucha y se atienden estos reclamos cuando el presupuesto para el Ministerio de la Mujer prácticamente no se tocó del 2018 al 2019? Vivimos en un estado moderno con sus leyes y contratos sociales. El individuo -o una agrupación social o colectiva- no tiene la capacidad legislativa ni de poderes necesarios para revertir la situación de manera instantánea y permanente. En lo que va del año ya van ocho femicidios y lo único que nos queda es que, más temprano que tarde, dejen de haber Thelmas, Agustinas, Melinas, y Ángeles.