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Claves para desarmar la masculinidad tóxica | Revista Colibri
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Claves para desarmar la masculinidad tóxica

Por Agustina Verdi

El patriarcado genera presiones y violencias en los cuerpos femeninos y disidentes y también lo hace sobre los varones. Cuando decimos “hijo sano del patriarcado” sobre algún hecho machista responsabilidad de un varón, es porque entendemos que el sistema también interviene y ejerce presiones en la crianza y el desarrollo del “deber ser hombre” que llevan a que sus prácticas muchas veces sean violentas o abusivas. 

Criados para no llorar, para entender las emociones como signo de vulnerabilidad, teniendo claros roles que ocupar: jefe, patrón, gran amante, padre, goleador. Con el éxito y la fuerza como motor a cualquier costo, se genera una gran presión. ¿Y la sensibilidad? ¿y la ternura? ¿y la responsabilidad afectiva? ¿Cómo se pueden habitar?

Estas y otras son las temáticas que abordan en los círculos, colectivos o espacios de varones. Se construyen sin jerarquías porque, si bien siempre hay algunos que tienen un rol más activo, nadie puede enseñarle a nadie: es una de-construcción colectiva, entendiendo que todes son iguales y que hay que desprenderse de la imposición de ser siempre el mejor. 

Los círculos de varones y colectivos de masculinidades son espacios de conexión y reflexión de amigos y familiares que discuten con la cultura pre- instituida de lo que es ser varón en un sistema que los lleva a reproducir prácticas machistas y patriarcales.

“Uno de los primeros consensos que tuvimos en el círculo es que somos parte del problema, todos en mayor o menor medida somos violentos y violadores, todos reproducimos prácticas que ayudan a perpetuar la estructura machista”, dijo Nahuel, integrante de un círculo de varones a Revista Colibrí.

Las claves

  1. Dejar de hablar de fútbol y empezar a hablar de las emociones
  2. Problematizarse junto a los feminismos
  3. Habitar la incomodidad
  4. Mirar el cotidiano
  5. Salir de la victimización desde la conversación
  6. Participar del espacio para animarse a mirarse
  7. Habilitar el abrazo entre varones
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