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“El David Marrón”, una obra que deconstruye | Revista Colibri
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“El David Marrón”, una obra que deconstruye

Por Agustina Verdi

Marrones e indígenas tuvieron un rol de exotismo en las obras de museo desde la colonización. Culturas y creencias que no fueron comprendidas y admiradas, sino que se dió un lugar de rareza a las comunidades originarias de estas tierras.

David Gudiño es el protagonista, dramaturgo de esta obra dirigida por Laura Fernández y producida por Sebastián Romero. Relata la historia de David, un jujeño que recorre las salas de un museo en Buenos Aires y reconoce sus rasgos en pocas obras, únicamente las que retratan momentos de la conquista de América, ese proceso sangriento donde los indígenas con rostros borrados y gestos bruscos, se enfrentan a elegantes caballeros, con armaduras de hierro. 

Esto que pasa en el museo es lo que pasa en la sociedad, un concepto histórico que construye la idea de raza donde, desde una postura eurocéntrica, se naturalizan las relaciones coloniales de dominación. 

En su recorrido David tiene un encuentró fugaz de pasión en el baño, como bien implica una tetera homosexual. Así conoce a su posterior novio Juan, bien blanco, rubio y panzón que se calienta con la cara de indio de este muchacho marrón. 

El David de Miguel Ángel es parte del recorrido del museo y será testigo de este encuentro de pasión. Alto, esbelto y fornido, convoca la mirada de los recién conocidos, una figura hegemónica de tamaño XL para contemplar lo que es la belleza humana “real”.

Pero el David argentino no encaja y no es nada parecido a este concepto blanco hegemónico, él tiene otros rasgos, por diez cuadras no es boliviano y la vida se le va en explicarle a las personas que es de acá, que es nacido argentino.

Hay una idea de que Argentina es blanca, que toda la población es producto de la inmigiración occidental Europea. Se presenta como el país más blanco de Latinoamérica, e incluso desde la construcción del Estado Nación, se privilegió un tipo de migración, en el Artículo 25 de la Constitución Nacional que provee de beneficios impositivos a la inmigracion europea.

La presencia de su novio Juan, merma las discriminaciones a las que suele estar expuesto David cuando está solo. Juan se irrita por los inconvenientes que tiene David en soledad. 

El médico de guardia no le quiere explicar su enfermedad, porque asume que no va a comprender, la policía lo arresta sin motivo porque un día no tiene el documento consigo y otras miles de incómodas situaciones.

La vida es mucho más que caminar de la mano y compartir momentos con su novio, y David sabe que, si bien estar con Juan lo liberó de enfrentarse a malas experiencias, eso no puede ser sin costo. De a poco, su novio se empieza a cansar de las situaciones que se arman por David, que no es más que un chico homosexual y marrón quierendo desarrollarse libremente.

¿Por qué no poder ser El David del museo, del cuál nadie sospecha de su belleza y bondad? Para expresar su bronca, el protagonista destruye el mármol tallado con forma de David de Miguel Ángel, en escena dialoga con la cabeza, los glúteos, las piernas, el pene y el torso de la escultura hecha pedazos, confeccionada por Norberto Laino.   

En los medios de comunicación, en las producciones culturales, en el Congreso y los espacios de poder, predomina la hegemonía blanca normativa, generalmente las personas marrones son invisibilizadas o estigmatizadas y esta obra con vestuario de Rodrigo González Garillo, iluminación de Matías Sendón, estilismo de Lima De Souza y fotografía de Alejandra Lopez, invita a problematizarlo.

Tras terminar las funciones en Buenos Aires, inicia la gira por el noroeste. Se presentará en Jujuy en noviembre de 2024 en el Teatro El Pasillo (José de la Iglesia 1190, San Salvador de Jujuy), en el Capec Tilcara (Belgrano 547, Tilcara) y en el Teatro La Mar en Coche (Puna 173 – Barrio San Pedrito, San Salvador de Jujuy)

Luego estará en Salta en el Centro Cultural Tartagal (Avda. Alberdi 195, Tartagal) y en el Centro Cultural América (Mitre 23, Salta). Para entradas anticipadas y consultas se puede contactar al mail: teatromarron@gmail.com.

BIO de la autora: Agustina Verdi es comunicadora social, le interesa la palabra explícita, por eso es periodista de Revista Colibrí, y la comunicación implícita, por eso también se dedica al yoga y la expresión corporal.

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