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Hubo matrimonio igualitario antes de la ley | Revista Colibri
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Hubo matrimonio igualitario antes de la ley

Por Agustina Verdi

El 15 de julio de 2010 se sancionó la Ley 26.618 de Matrimonio Igualitario. Fue un antes y un después en el reconocimiento de derechos humanos y civiles para personas que deseaban que su vínculo sexo-afectivo sea amparado por el Estado. 

Contrario a querer cumplir un mandato social, la posibilidad de casarse entre personas del mismo sexo implicó justamente ampliar un espacio antes acotado a parejas heterosexuales en un Estado patriarcal que dejaba a muches afuera.

Institucionalizar el deseo entre personas del mismo sexo permitió consolidar el consenso social de que no es capricho ni pasajero: el amor diverso es totalmente verdadero. Ahora había papeles que lo demostraban y además el acceso a una serie de derechos sociales y civiles.

Anteriormente a la ley, algunas parejas decididas a dar disputa al Estado ya habían buscado contraer matrimonio, como Alex Freyre y José Di Bello, que intentaron casarse dos veces en CABA y fueron rechazados por el registro civil porteño, hasta que, de forma secreta y en otra provincia, a kilómetros de Buenos Aires, el 28 de diciembre de 2009 en Tierra del Fuego lograron casarse.

La misma situación vivieron Norma Castillo y Ramona «Cachita» Arévalo, dos señoras nacidas en 1943 que luego de haber atravesado vidas heteronormadas y dejado atrás el rol que la sociedad les mandaba, con maridos ya fallecidos, hicieron crecer el amor entre ellas y 30 años después. El 9 de abril de 2010, tres meses antes de la sanción de la ley, fueron por la alianza civil en la Ciudad de Buenos Aires.

“No se imaginaban que un par de viejas iban a meterse en lo del matrimonio y eso tal vez facilitó un poco que nos escucharan. Fuimos a nuestra primera marcha del orgullo en 2003 y visibilizamos nuestro caso y de a poco fuimos ganando apoyo”, contó Norma Castillo, primera mujer en contraer matrimonio igualitario antes de la sanción de ley en Argentina, a Revista Colibrí.

Norma y Cachita sentaron precedente en América Latina y el Caribe por casarse tres meses antes que saliera la ley y además por cambiar la imagen normativa de pareja de lo que fue la lucha por los derechos. Porque la sexualidad en la vejez es algo de lo que no se habla y en este caso además, era entre lesbianas.

“Para nosotras la palabra matrimonio fue una especie de venganza, de habernos casado dos mujeres y que la palabra siga siendo matrimonio”, cuenta Norma en el video documental “Vejez Lésbica” (2009) de Revista Colibrí

La lucha no terminó en esa consumación del amor, se organizaron con otras mujeres lesbianas y años posteriores participaron de “Sueños de mariposas”, un espacio intergeneracional que buscó visibilizar la realidad de la vejez lésbica y además consolidar un Lesbiátrico para enfrentar la problemática de la soledad, porque en su mayoría, son mujeres que han reprimido su sexualidad, resuelto su vida de forma individual y no tienen redes familiares de sostén y contención que las acompañe en su vejez. 

El cambio en la jurisprudencia nacional que permitió el matrimonio igualitario tuvo un impacto enorme y fue puntapié para que otros países ampliaran los derechos civiles y sociales de las personas LGBTTIQ+. Actualmente, el matrimonio igualitario es legal en siete países de América Latina y en varios estados mexicanos siendo Chile el más reciente en sancionar la ley en 2021.

A trece años de la sanción, celebramos la ampliación de derechos que permitió generar redes de contencion legales más allá de las familiares, que son las que generalmente expulsan a las personas que no se adapten a la cis-heteronorma y profundiza las injusticias.

“Tuvo un final muy bueno, el agradecimiento eterno nuestro para todos los jóvenes que nos apoyaron, nos recibieron y nos ayudaron”, concluyó Norma.

BIO de la autora: Agustina Verdi es comunicadora social, le interesa la palabra explicita por eso es Periodista de Revista Colibrí, y la comunicación implícita por eso también se dedica al yoga y la expresión corporal.

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