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El trabajo ayer y hoy, reseña de “A la Fábrica!” | Revista Colibri
la frase “Trabajo a destajo” que gritan desde el escenario del Teatro Payró a coro les 29 actores, puede ser un perfecto paralelismo de lo que sucede hoy. Nos permite reflexionar que la violencia laboral, si bien es distinta que en aquel entonces, también existe en este sistema capitalista desigual.
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El trabajo ayer y hoy, reseña de “A la Fábrica!”

Por Agustina Verdi

Las condiciones laborales que sufrían los obreros en Chicago en 1886, cuando fueron reprimidos y brutalmente asesinados por exigir reducción de las jornadas de entre 12 y 18 horas a 8 horas de trabajo y mejoras salariales, han mejorado gracias a la lucha de les trabajadores.

Estas condiciones alienantes sufrían quienes dieron origen al ‘Día Internacional de les Trabajadores’, se ven fielmente reflejadas en la obra “A La Fábrica!” (o “los trabajos y los días”).

Una incursión escénica de teatro universitario con 29 actores en escena, dirigida por Sergio Sabater, que se propone pensar críticamente las contradictorias dimensiones del trabajo en el devenir de lo humano.

Coreográficamente sincronizades, actores y actrices en mamelucos de trabajo relatan cómo es trabajar día y noche, cómo era la alarma que emitía la fábrica y llegaba a las casas para anunciar el cambio de turno laboral. Los tres turnos que llevaron a una nueva comprensión del tiempo.

También hay relatos que remontan al momento en el que el carbón era protagonista y gran alimento de la Revolución Industrial, ya que hizo posible el funcionamiento de las máquinas de vapor, pero que a su vez contaminó y enfermó a muchos obreros por sus condiciones inhóspitas y poco salubres.

Ruidos de máquinas que aceleran el tiempo de producción que hasta ese momento dependía de la agilidad de los obreros y permitían aumentar la producción y bajar los costos, generando la famosa plusvalía cada vez más abultada para el empresariado.

Se deja ver, a través de distintas escenas, la estructuración del trabajo en serie para producir más y más rápido y lo alienante de repetir en loop la misma tarea a través del tiempo a cambio de salarios bajos.

Por suerte, el desarrollo histórico fue mejorando condiciones y brindando derechos laborales, años de organización y reclamo popular hicieron que los derechos se fueran ampliando y que hoy exista en Argentina una Ley del Trabajo que, con sus críticas posibles, humaniza y hace más dignas las condiciones laborales. 

Si bien el 73,6% de la población actualmente tiene trabajo y los desocupados se reducen al 6,3%, según el informe de la Encuesta Permanente de Hogares, INDEC del último trimestre del 2022, el 35,5% de las personas que trabajan lo hacen de manera informal.

Entre los textos de la obra teatral, aparecen historias de un contexto actual, donde se relatan formas de empleo precarias a las que se enfrentan les artistas y las juventudes hoy. Se pueden ver detrás de la figura del operario industrial, la del actor y la actriz que lo encarna.

Esto lleva a entender que los derechos laborales no son obligatoriamente respetados y las condiciones varían, según la suerte del espacio y rubro laboral al que pueda acceder la persona.

Entonces la frase “Trabajo a destajo” que gritan desde el escenario del Teatro Payró a coro les 29 actores, puede ser un perfecto paralelismo de lo que sucede hoy. Nos permite reflexionar que la violencia laboral, si bien es distinta que en aquel entonces, también existe en este sistema capitalista desigual.

La obra con operación de luces a cargo de Sebastián Benitez, Sonido y Video de Sol Altare, Diseño Lumínico de Leandra Rodríguez, entre otres participantes, es los sábados 22.30 horas y estará en cartel hasta el 15 de julio, las entradas se consiguen a través de Alternativa Teatral.

BIO de la autora: Agustina Verdi es comunicadora social, le interesa la palabra explicita por eso es Periodista de Revista Colibrí, y la comunicación implícita por eso también se dedica al yoga y la expresión corporal.

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