Loader
Romper el pacto de machos - Colectivo de Varones Antipatriarcales | Revista Colibri
10882
post-template-default,single,single-post,postid-10882,single-format-standard,bridge-core-1.0.5,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,qode-theme-ver-18.1,qode-theme-bridge,disabled_footer_top,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.2,vc_responsive

Romper el pacto de machos – Colectivo de Varones Antipatriarcales

Conectades, entrevistas de cuarentena
Quinta edición: Colectivo de Varones Antipatriarcales de CABA
Por Alana Rodriguez y Nicole Martin

 

El «Colectivo de Varones Antipatriarcales» nace en año 2010 y está conformado por varones de todo el país. Surgió a partir de la necesidad (de sectores de varones militantes) de generar un espacio propio en donde poder  problematizar el mandato social que se les ha impuesto y cuestionar sus privilegios, con una perspectiva feminista. 

Según el doctor en filosofía cubano Ramón Rivero Pino, las masculinidades son “significaciones y prácticas asociadas a las distintas formas de ser hombre”. En cuestionamiento de esas formas, el Colectivo decidió difundir las actividades realizadas en 2018 en un formato colectivo. En 2019 estrenaron «No me dejaron llorar», un largometraje documental realizado por el colectivo, a partir de registros de  actividades que se  llevaron adelante durante el 2018, entre ellas, ser parte de la organización del 7mo Encuentro Latinoamericano de Varones Antipatriarcales (sede CABA).

«La militancia del bondi es en torno a la masculinidad, no sé si para una mejor masculinidad o para ninguna masculinidad en un futuro, ese es un debate que todavía ahí tenemos. Pero un poco la idea del bondi es visibilizar que ésta categoría que nos aúna, que es la de ser varones, o identificarnos o ser leídos como varones, está construída hegemónicamente.  Queremos visibilizar cuáles son los mandatos de este sistema patriarcal, que la construyen a la masculinidad, y nos gusta habilitar espacios con otros varones que sean cuidados, que sean  íntimos y que nos permitan problematizar esos mandatos.  Y queremos hacer siempre desde el cuerpo, porque los varones tenemos cierta dificultad para poner en juego el cuerpo, sobre todo con otros varones, es algo que está como muy normado y siempre dispuesto para pelear o para pegar, o nos saludamos a los golpes, y un poco la idea es que poniendo el cuerpo podamos pensar y problematizar esta identidad que nos viene dada y que podamos ir desarmándola»

-Bienvenides a todes, hoy nos acompaña Francisco Simón, en representación del Colectivo de Varones Antipatriarcales. Bueno, en principio comentar que ustedes  son los organizadores del Encuentro Latinoamericano de Varones Antipatriarcales. ¿Cómo fue la gestión , de dónde surge, cuál es la apuesta pedagógica que plantea?

El encuentro nació en el 2012, en ese momento fue “Encuentro Nacional de Colectivo de Varones” y fue en Haedo la primera edición. Es un encuentro que se gesta al calor del “encuentro nacional de mujeres”, hoy “encuentro  plurinacional”, y en el 2012 fue la primera edición. Todos los años se fue repitiendo y en algún momento se dió el nombre de «Encuentro Latinoamericano de varones Antipatriarcales» porque había participación, por ejemplo, de compañeres de Uruguay, del colectivo “Traidores de papá”, de la “Asamblea de varones de Santiago” y  el “Kolectivo Poroto” también de Chile, compañeras de Perú, entonces fue tomando como otra dimensión.

Siempre articulamos para ese encuentro con otras organizaciones de varones y también con orgas político-partidarias que tienen alguna línea de trabajo en torno a masculinidades. Y en particular en 2018 el encuentro fue en CABA, en la Universidad de Avellaneda una parte y otra parte tuvo que ver con la Marcha del Orgullo que fue el mismo finde, y ahí armamos una comisión organizadora para el encuentro y articulamos con otros espacios de acá del territorio. Ese fue un año muy lindo del “Elva” porque al ser en capital tomo una dimensión muy grande, eramos como 2.000 masculinidades, varones, maricas, en un mismo espacio y fue una hermosa experiencia con un montón de talleres con panelistas muy bellas, muy hermosas compañeras y fue  muy lindo ver esa cantidad , para mí al menos que fue mi primer «Elva». Una gran cantidad de formas de ser varón, todos ahí habitando ese espacio.

-Y del ahí nace el documental «No me dejaron llorar» , ¿verdad? Película que recupera debates acerca del rol de los varones en los feminismos, la militancia y la propuesta política del Colectivo de Varones Antipatriarcales de CABA. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar colectivamente de forma audiovisual? ¿Cómo fueron las devoluciones de les espectadores que vieron el docu

Exacto, en el ELVA 2018 nosotres hicimos con un compa del bondi, Ari, que es cineasta y está estrenando su película “Toxico”, una película sobre una epidemia de sueño, que le tocó estrenarla justo ahora, una locura. Y con Ari fuimos registrando, no sólo lo que fue la gesta y lo que sucedió en el «Elva» sino también distintas actividades que fuimos teniendo como bondi para llegar al Elva, y eso fue tomando forma y terminamos estrenando el documental que se llama “No me dejaron llorar”,  donde recuperamos la experiencia política del bondi y también lo que fue el Elva en CABA. Así que sí,  fue una hermosa experiencia porque además es lindo poder recopilar eso y poder ponerlo a disposición como una herramienta que sirva para que otros varones puedan pensarse también.
El documental fue completamente autogestivo y queremos agradecer a un montón de gente que estuvo participando en el documental. Ariel Martínez que es nuestro compa lideró mucho éste proceso, Ariana nos hizo la producción y Emilia Castañeda nos ayudó con la edición y fue maravilloso el trabajo que hizo.

Nosotros tenemos una dinámica de trabajo muy colectiva, nos pasó que el documental, de alguna manera, muestra un motón de acuerdos políticos que tiene el bondi y están dichos en el documental. Ese proceso se dió muy naturalmente y todos nos fuimos encontrando en ese punto y nos dimos cuenta que teníamos un montón de acuerdos transitados colectivamente entonces, de alguna manera, como que reforzó toda esa experiencia vivida como colectivo.

-Una de las cosas que permite que se perpetúe el sistema patriarcal es la alianza entre varones, la complicidad frente a actitudes machistas. ¿qué respuestas o debates mantienen alrededor de este llamado “pacto de machos”? ¿Cuáles son las estrategias que implementan para la construcción de masculinidades sanas? 

Bueno, nosotros trabajamos por medio de talleres, habitamos espacios de laburo, como talleres vivenciales para otras orgas de varones o varones en general. Hemos dado talleres sobre “varones y aborto”, sobre “tensión entre pakis y marikas”, sobre violencias y cómo podemos abordarlas colectivamente con los varones violentos, cuáles son los roles que tomamos los varones en organizaciones.

Un taller en particular es “Romper con la corporación machista” y a nosotros nos pasa que un poco esta ruptura con la complicidad que se gestó y los modos que tenemos los varones de actuar, creemos que tiene mucho que ver con esta división del espacio público y del íntimo donde los varones estamos más abocados al espacio público y  no solemos problematizar tanto el espacio íntimo entre varones, que es ahí donde se gesta eso.

Entendemos que, por ahí, romper con esa complicidad en un grupo de amigos es difícil si uno lo piensa solo entonces quizás hay que pensarlo colectivamente pensarlo con otro varón del grupo, que incluso son varones víctimas de las mismas violencias de ese grupo, que por ahí generando alianzas entre varones se puede pensar en romper con esa complicidad. Un poco también eso nos hace pensar en las violencias que están gestadas en esa complicidad, en ese tejido super sólido y que ésa no pertenencía a un grupo de varones es compleja para un pibe. También hay que apoyarse mucho en las compañeras para romper con esa complicidad, que son las que pueden visibilizar un montón las situaciones de violencia, hay que aprender a tejer otras redes y aprender a vincularse de otra manera entre varones, encontrarnos más empáticamente entre varones.

Por otro lado, también intentamos habilitar debates o paneles de discusión para ejercitar en  los varones una escucha más activa respecto de otras militancias. Por ejemplo, hicimos un ciclo que fue “Feminidades públicas”, que durante un tiempo fuimos armando distintos eventos de feminidades de importancia en nuestra militancia, desde Norita Cortiñas, Marlene Wayar, Nati Menstrual, para proponer un espacio de escucha activa de la militancia de las compañeras y que eso nos ayude también a empezar a problematizar.

Está difícil siempre la convocatoria hacia las masculinidades, no abundan los espacios de varones, no son tan numerosos tampoco, no se si deberían serlo tampoco, pero es complejo convocar masculinidades, en nuestra experiencia resulta complicado. Hay muchos varones que nos escriben que nos piden material de lectura, pero no activan a acercarse a un espacio, poner el cuerpo y pensar desde ahí.

-¿Hay una alquimia posible entre los privilegios y los derechos?

En principio, son dos estructuras diferentes. El sistema de privilegios es una estructura social, que se pretende exclusiva, y que otorga a los cuerpos un acceso desigual y excluyente a ciertos recursos políticos y materiales; y que además suele invisibilizarse frente a los propios privilegiados, quienes pueden sencillamente ignorar sus privilegios.  Por otro lado, hay una estructura social, que se pretende universalizable, basada en acuerdos políticos, que en general son modernos y cuya aplicación es resistida, que es la de los derechos, que quedan incumplidos para gran parte de los cuerpos, pero no a todes por igual; es ahí donde la estructura de privilegios separa desigualmente esos recursos. La escasez de recursos y la hiper fetichización del privilegio sobre los recursos son dos caras de la misma estructura, de la cual el patriarcado y los mandatos que lo componen son al menos una gran parte. En ese sentido son dos tareas que se hacen en paralelo, la de construir y luchar por derechos, tanto como la de visibilizar y erosionar la estructura de privilegios para intentar su deconstrucción, más que una conversión.


-En los últimos años ante una justicia patriarcal que hace oídos sordos sobre los casos de violación y abuso, muches compañeres han recurrido al escrache público de sus abusadores o violadores. ¿cómo es su perspectiva de trabajo sobre temas de violencia sexual?

Para nosotros los escraches son una herramienta política completamente válida. Nosotros hace un tiempo nos venimos haciendo la pregunta de qué sucede con los varones violentos, y en éste sentido no estamos pensando en femicida que tienen que estar preso, sino en varones que ejercen ciertas violencias y cómo las organizaciones nos damos ciertos procesos, ¿es la expulsión la respuesta a un escrache? ¿a dónde va ese varón violento? ¿con quién se vincula después?

Sobre todo pensándolo desde los varones, los demás varones que asisten a la violencia de un compañero y que piensan en la expulsión como única medida es una forma de pensar que la violencia está en el otro, a los varones nos cuesta mucho empatizar desde nuestra masculinidad con la violencia del otro, entender que quizás, hablar de consentimiento es hablar de las propias violencias y esa es la base que sustenta que después un chabón pueda salir a cometer otro tipo de violencia.

Los varones tenemos que pensar de qué manera vamos a activamente involucrarnos en el abordaje de las violencias y en particular de los varones violentos, es una tarea que nos compete a los varones, no podemos pedirle a las compañeras que tomen ese rol. Tenemos que darnos esa discusiones.


Hay algunos espacios que abordan varones violentos desde una perspectiva feminista de manera grupal y en red y colectiva y no patologizante tampoco, no pensar que es una patología porque ya lo sabemos que los varones somos hijos sanos de este sistema, los varones estamos habilitados para la violencia pero es interesante pensar que puede haber una abordaje posible para que no haya una repetición de esas conductas, para que la expulsión no termine siendo habilitar que esa persona se vinculó en otros espacios con otra gente y que también pensar el abordaje de la violencia es tranformador para mi también, así que un poco eso, entendemos que la masculinidad está más habilitada para la violencia y que necesitamos ser más empáticos con esos procesos para no desentendernos de la violencia como si nos fuera ajena. La violencia de varones nos compete a todos los varones, no sólo a los violentos, porque tiene que ver con la masculinidad,  no tiene que ver con ese chabón que es un violento, «¡Afuera, echamos al violento!» no, tiene que ver con una construcción de la masculinidad.

En un post en sus redes, afirman: No nos interesa ser políticamente correctos. Decidimos asumir que somos seres imperfectos y que es desde nuestras propias contradicciones que pretendemos construir. No tenemos el camino resuelto. Ni para nosotrxs, ni para los varones en general , y mucho menos para las compañeras mujeres, travestis, trans, lesbianas, bisexuales…pero sí tenemos claro que queremos tomar posición desde el feminismo. No como protagonistas, sino como aprendices.” ¿Cómo se argumenta esta posición que toman?

Está bueno contar de dónde viene ese comunicado: otra de nuestras acciones políticas es publicar comunicados en distintos momentos. Esto en particular tuvo que ver con un pibe  en redes que se hizo pasar como un compa del bondi y compartió algo que tenía que ver con «guiar a las compañeras», dijo algo como “vengan compañeras que las vamos a guiar” y nuestra respuesta fue en ese tono, en comunicar que nosotros no éramos ese tipo de chabón y que nuestra militancia no tiene que ver con marcar un camino al movimiento de mujeres que además decir que las podemos «guiar» es menospreciar el movimiento feminista en toda su dimensión histórica y potentísima.

Entonces fue en esa situación que emitimos este comunicado, también un poco porque nuestra respuesta es siempre haciendo, abundan varones que nos critican o señalan, pero que nos señalan desde un lugar super cómodo y super patriarcal también, porque apuntar desde la individualidad masculina a varones que están colectivamente pensándose es un lugar super cómodo. También es incómodo el lugar de pensar la militancia de los varones dentro del feminismo y es una decisión que nos venimos dando y articulamos con las compañeras. Pero tenía que ver con eso, que nuestra postura no es ni guiar a las compañeras ni marcar un camino, sino de empezar a pensar una línea propia de trabajo desde y para los varones con perspectiva feminista y colectivamente, no desde esas individualidades que están flotando y señalando.

-¿Qué planes tienen para este año tan especial?

Un poco esta cuarentena nos hizo empezar a pensar en cómo rediseñar nuestra militancia porque no sabemos qué va a pasar después de esto y cómo van a ser los encuentros. Teníamos algunas actividades, un encuentro, un panel, un taller y estamos intentando volar todo eso a un formato más online así que por lo pronto lo mas próximo que seguro tendremos es una proyección de la peli online.  

Para saber más sobre el Colectivo de Varones Antipatriarcales y para quiénes tengan tienen interés en seguir cuestionando los mandatos sociales pueden buscarlos  en sus redes. Instagram: @varonesantipatriarcalescaba 

 



 

 

 

1 Comment

Post A Comment