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Lihue, el videojuego: una historia de transición | Revista Colibri
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Lihue, el videojuego: una historia de transición

Por Charo Zeballos

El arte y la fantasía son lugares de fuga, donde las personas pueden jugar a ser por fuera de aquello que “debe ser”. Les niñes saben mucho de eso, pueden tomar cualquier elemento y transformarse fácilmente en mariposa. Viven del deseo, hasta que aparece algo que lo direcciona hacía allí, “hacía donde debería ir”, y parece que las alas se rompen y se sumergen en lo onírico para siempre. 

Todas estos recuerdos, ese remover el baúl de la infancia, el paso por el presente, los sueños y la pregunta identitaria, junto con el futuro, se aúnan en la propuesta de Lihue, el videojuego creado por Nehual, que narra una transición. 

La historia de cómo se materializó en un archivo descargable está directamente relacionada a los procesos que su creadore experimentó en cierto momento. Se cruzaron muchos sucesos: una carrera de arquitectura que llegaba a su fin, que había elegido porque hace unos años atrás era impensado estudiar creación de videojuegos en una universidad nacional; la dificultad de encontrar trabajo de eso que estudió; un creciente interés por la programación… y la lectura de “Yo nena, yo princesa”, la historia de Luana, la primera niña trans en realizar el cambio registral de DNI. 

Ese libro es increíble, me movió, porque era leerlo y recordar muchas cosas de mi infancia que con el tiempo fueron quedando ocultas porque aprendes a camuflarte, aprendés a disfrazarte porque es mucho más fácil”, contó a Revista Colibrí. Para ese momento Nehual llevaba un tiempo pensando de qué podía tratar en ese primer videojuego y tras esa lectura con la que logró “revivir un montón de cosas de chiquite”, momentos en los que junto con sus primas se sentía “una nena más”, dijo “es por acá” y comenzó a crear a Lihue. 

Fue la excusa perfecta para transitar ese proceso, que yo lo veo con un montón de amigues y amigas, y que a mí me cuesta un montón. Hay días que me siento re-diosa y hay días que quiero volver a vestirme de chavón, relató y agregó que los meses en los que estuvo trabajando con el juego también pudo externalizar su propio deseo de creador de historias plausibles a ser ejecutadas; así como también todas las preguntas acerca de su identidad y su vida.

La historia lleva a le jugadore a través de espacios y de mecánicas del proceso de transición. Comienza en una casa con las cosas rotas y llena de agua, un espacio surrealista donde en primera persona, quien juega, va encontrando frases en las paredes, que permiten reconstruir todo de a pedacitos, resignificar. “Vas encontrando lugares que ya viviste en recuerdos, todo está habitado en una especie de recuerdo, en la cabeza. Jugás encontrando palabras y objetos que tenés que disolver o  reparar,  esos objetos que tienen una carga de sentido para Lihue”.  

Más que un juego de objetivos, es un juego poético. A pesar de no ser “autobiográfico”, sí forma parte del proceso de Nehual como una suerte de diario que permitió exteriorizar cosas. “De todas maneras, no siento que cuando están  jugando, juegan mi vida, hay como una distancia que me permitió construir el videojuego, que no implica que no me conmueva. Si no me conmueve a mí, no podría convencer  a nadie”, explicó. 

Militancia videojueguil

La creación de videojuegos puede ser también una militancia, un camino para trabajar temáticas sensibles. Hay mundillos de gente que se junta a pensar y, según cuenta Nehual, este es un buen momento. Aunque no sea una temática que se lleve las primeras planas, hay mucha gente trabajando en ideas colectivas que persiguen generar cosas en les jugadores. 

Acción Dev es una comunidad abierta de creaciones lúdicas, para Nehual es también un lugar de militancia videojueguil: “una agrupación que hace Game Jams de videojuegos, que son eventos temporales que pueden durar un día, dos, una semana, o lo que sea sobre un tema del que salen videojuegos”.

Las temáticas pueden ser variadas y el espacio abierto a que la gente aporte desde el lugar en el que se sienta cómoda. “Tuvimos una jornada de diseño videojuegos en Tecnópolis y ahora durante todo julio y agosto, por vacaciones invierno, vamos a tener cuatro jornadas más, cuatro sábados donde vamos a estar videojuegos,  ayudando, enseñando y organizándonos en torno a la temática “identidad”: identidad argentina, latinoamericana, o lo que resuene”, finalizó.

Bio de lx autorx: Charo  Zeballos es Licenciada y Profesora en Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Plata. Forma parte del equipo de investigación del Laboratorio de Comunicación y Género y es ayudante graduada de Comunicación y Educación cátedra II (FPyCS- UNLP). Desde 2018 se desempeña como periodista y creadora de contenido digital para redes sociales especializada en género y diversidad. Es redactora y community manager en Revista Colibrí y en Educ.ar.

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