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No cambien la ley de alquileres, regulen las inmobiliarias | Revista Colibri
el debate en torno a la modificación de la Ley de Alquileres, que ya fue aprobada con media sanción el miércoles pasado en la Cámara de Diputados, con gran impulso de Juntos por el Cambio (JxC). Pese al silencio mediático que acompaña la reforma, organizaciones de personas que alquilan reclaman frenar este retroceso que podría perjudicar aún más la situación habitacional en Argentina.
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No cambien la ley de alquileres, regulen las inmobiliarias

Por Charo Zeballos
Foto de portada: Federico Kulekdjian

Esta semana el Senado comenzó el debate en torno a la modificación de la Ley de Alquileres, que ya fue aprobada con media sanción el miércoles pasado en la Cámara de Diputados, con gran impulso de Juntos por el Cambio (JxC). Pese al silencio mediático que acompaña la reforma, organizaciones de personas que alquilan reclaman frenar este retroceso que podría perjudicar aún más la situación habitacional en Argentina

Si se aprueban las modificaciones se vuelve a las condiciones anteriores, pero inclusive incentivando esto de que cada cuatro meses te puedan modificar el precio del alquiler, y legalizando que se haga solo a través del Índice de precios al consumidor (IPC), lo cual significaría un golpe al bolsillo inmenso para el inquilino”, explicó a Revista Colibrí German Schierff, integrante de la Asociación Platense de Inquilinos que se dedica a defender el alquiler justo en la ciudad de La Plata y alrededores . 

El problema con la Ley de Alquileres

La actual Ley de Alquileres, sancionada en 2020, logró legislar un reclamo histórico de quienes tienen que alquilar para poder tener un techo. Modificó, entre otras cosas, la duración de los contratos a 3 años como mínimo, para garantizar más previsibilidad estipuló un índice único para los ajustes anuales y determinó que el depósito exigido para iniciar un contrato no puede ser mayor a 1 mes de alquiler. 

Sin embargo, en el transcurso de los años la cantidad de viviendas disponibles para alquilar disminuyó en picada, principalmente en grandes ciudades, y el precio de los departamentos y casas disponibles aumentó drásticamente. Este fenómeno es multicausal, se debe principalmente a que la propiedad está cada vez más concentrada en pequeños sectores que, ante una legislación que regula el mercado inmobiliario, han podido retirar la oferta para especular con una modificación o la derogación. 

A su vez, para que una ley tenga peso se necesitan acciones: Germán Schieff afirma que la actual ley ha tenido “muy poca aplicación, muchos contratos por fuera de lo que decía la ley. Eso, de alguna manera, ha reducido muchísimo el impacto que pudo haber tenido en torno al tema de los inquilinos”. Pero, para aquellas personas que pudieron acceder a contratos a tres años con las subas estipuladas, la ley cuidó el valor de los aumentos: “un inquilino podría estar pagando con la ley  $66.000, $70.000, y esos valores actualmente están en los dos casi $150.000, $170.000 actualmente. Por ende, fue una herramienta de protección en este punto, pero con un alcance limitado en su aplicación”, agregó.

Una gran problemática, sostiene Germán, es que no se ofrecieron instancias accesibles de defensa a las personas inquilinas: “la regulación de ley depende exclusivamente de la justicia civil y sabemos que la justicia civil, como un abogado, un juicio por una cuestión de contratos para los inquilinos es casi una misión imposible”.

En este sentido, se podría pensar en múltiples posibilidades para garantizar el cumplimiento de la ley. Desde la Asociación Platense de Inquilinos hablan de la necesidad de “organismos intermedios similares a lo que es defensa del consumidor o de espacios de mediación que sean gratuitos y obviamente que permitan de alguna manera tener una accesibilidad a la justicia pensando un poco en el sector social que es el inquilino”.

La legisladora porteña Ofelia Fernández presentó múltiples propuestas con el objetivo de regular los alquileres en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una de las cosas que destaca es que, a lo largo del mundo, la concentración de la riqueza generó cada vez más crisis habitacional y la única forma de regularlo es a través de la inversión directa del Estado, ya sea con impuestos a las viviendas ociosas o a través de su participación en la oferta inmobiliaria, con precios justos que regulen este mercado. 

 

Modificación a la ley, se perjudica al inquilino

Los debates en torno a la modificación hablan de solucionar el problema que la Ley de Alquileres generó en el mercado inmobiliario. Lo cierto es que, en estos años, no se llevaron adelante medidas para intentar regular aquellos contratos que se practican ilegalmente y que son cada vez más. Tampoco se ofrecen puntos intermedios de patrocinio en defensa de los inquilinos, ni se presionó al sector inmobiliario a retener la oferta de vivienda en el mercado a costa de sanciones. 

Los puntos en debate de la ley apuntan a cambiar aquellas áreas claves para los inquilinos: la duración de los contratos, los aumentos e inclusive la moneda en la que se debe pagar por una vivienda, todo se torna especulación y ganancia para inmobiliarias y constructoras. En el caso de los aumentos no fija un índice en el cual basarse, sino que sugiere tres:Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice de Precios Mayoristas (IPM) y el Índice de Salarios (IS). Y establece que serán las partes, en referencia propietarios y personas inquilinas, las que deben acordar mutuamente los aumentos, como si se tratara de una negociación en paridad de condiciones. 

En rigor, la modificación establece:

  • El plazo de contrato pasa de 3 años a 2.
  • Pasa de una actualización por año a actualizaciones cada 4 meses. 
  • No prohíbe el cobro en dólares. 
  • Además, ofrece “incentivos fiscales” a los propietarios para promover la oferta de alquileres. 

Asambleas inquilinas

Como respuesta a este intento de modificar la Ley, inquilinos de todo el país están organizándose en asambleas con el fin de frenar la reforma. “Estamos invitando a los inquilinos a sumarse a la asociación, a las reuniones, para ponerlos a todos al tanto, y a partir de esos espacios se está pensando en acciones que van desde la movilización, visibilización y, por supuesto, la concientización de las implicancias de esta reforma”, concluyó Germán. 

Este sábado 2 de septiembre se están organizando asambleas de personas que alquilan a lo largo del país, para pensar conjuntamente acciones para poner un freno a la modificación. En CABA se encontrarán a las 17 horas en Bartolomé Mitre 1767, en La Plata también se convoca desde las 17horas en 57 Entre 18 y 19 N 1156.

Bio de lx autorx: Charo  Zeballos es Licenciada y Profesora en Comunicación Social por la Universidad Nacional de La Plata. Forma parte del equipo de investigación del Laboratorio de Comunicación y Género y es ayudante graduada de Comunicación y Educación cátedra II (FPyCS- UNLP). Desde 2018 se desempeña como periodista y creadora de contenido digital para redes sociales especializada en género y diversidad. Es redactora y community manager en Revista Colibrí y en Educ.ar.

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