Cuánto cuesta un pecho plano

Por Kevin Alejandro Vivas 

En esta época del año el calor se vuelve mucho más insoportable cuando llevas un binder bajo la ropa. Un binder es una prenda interior que comprime la zona del pecho y lo hace ver más plano. Es de utilidad para las personas que no quieren o no pueden acceder a una operación de masculinización de tórax y se sienten incómodas con la notoriedad de sus senos. 

El precio de un binder oscila entre los 5.000-10.000 ARS (12- 20 USD). No poder acceder a él hace que las personas fabriquen sus propios elementos para ocultar su pecho, lo que puede ser riesgoso para su salud. Una mala técnica puede generar desde moretones hasta costillas rotas, mareos, desmayos o daños al tejido del pecho.

La masculinización de tórax es una cirugía de readecuación corporal, una práctica quirúrgica enfocada en modificar el aspecto y el funcionamiento del cuerpo en función de la identidad de género autopercibida. En Argentina, la Ley de Identidad de Género 26.743 de 2012 (LIG) dice que todas las personas mayores de edad podrán acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa. Sin embargo, más de 10 años después, el acceso a estas operaciones sigue siendo una cuestión de privilegio o suerte.

Algunas de las formas más comunes para acceder a esta cirugía en la provincia de Buenos Aires son:

• Hospitales públicos

No todos los hospitales públicos hacen este tipo de intervenciones, y la mayoría de los que las hacen tienen lista de espera de años. Algunos de los hospitales públicos más conocidos por hacer la cirugía de masculinización de tórax en los últimos años son:

• Hospital Houssay (Vicente Lopez)
• Hospital Durand (CABA)
• Hospital Dr. Ricardo Gutiérrez (La Plata)
• Hospital de Quemados (CABA)
• Hospital de Morón (Morón) 

Aunque las operaciones se realicen de forma pública, los gastos externos de la operación como medicamentos y materiales post-operatorios van por cuenta de le paciente.

• Por obra social o prepaga

Aunque por ley todas las obras sociales y prepagas deberían cubrir la totalidad de esta operación, muchas tienen prácticas que buscan expulsar a las identidades trans, no permitiendo ni siquiera su inscripción a un plan de salud, aumentando exorbitantemente el monto de la cuota mensual, o negando las autorizaciones a las operaciones con la excusa de que la persona no declaró que era una persona trans o que estaba en hormonización, tratando esto como “una enfermedad preexistente no declarada al momento de la inscripción”, según cuentan varios testimonios. Un organismo para denunciar este tipo de prácticas es la Superintendencia de Servicios de Salud.

A diferencia de otras especialidades, no se puede escoger dentro de una cartilla médica, cada obra social o prepaga suele tener sólo une profesional para autorizar la intervención quirúrgica. Algunas de las obras sociales o prepagas  por las cuales diferentes personas han podido acceder a esta operación son Medicus, IOMA, Swiss Medical, Unión Personal, Accord Salud, Sancor, OSDE, Omint, Prevención Salud y UTHGRA.

Las cuotas mensuales están alrededor de los 16.000 ARS (46 USD), el tiempo que puede tomar todo el proceso  puede tardar desde un par de meses hasta un año, sin tener en cuenta la antigüedad mínima que piden algunas de estas entidades (incumpliendo con la ley) para autorizar este tipo de procedimientos.

• Contratando el servicio por privado

Otra opción y la menos accesible económicamente, es contratar directamente a une cirujane de forma privada. Esta operación hoy está alrededor de los 2000 USD, con variaciones según la ciudad, el equipo médico, el quirófano, la clínica, entre otras.

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Espacios comunitarios

La mayor parte de esta información fue sacada de distintos testimonios de personas que se realizaron esta cirugía y compartieron su experiencia en el grupo de facebook Datas Masculinidades Trans Argentina. Este grupo fue creado un año después de ser sancionada la LIG (2013) como un espacio de acompañamiento durante su aplicación, y si bien en esta nota se hace foco en la provincia de Buenos Aires, en este grupo se encuentran aportando personas de todo el país.

“Considero que fue muy necesario el armado del grupo, no habían espacios de contención que sean abiertos y que estuvieran por fuera de partidos políticos y habían muchos pibes al interior de las provincias que tampoco sabían a qué lugares acudir”, comenta Francisco, administrador y uno de los creadores del grupo, en diálogo con Revista Colibrí. Francisco es de Santiago del Estero y manifiesta que hay una “diferencia abismal” en el acceso a la información y los tratamientos para las personas trans entre las grandes ciudades y el resto del país.

Actualmente el grupo se encuentra en un formato cerrado y se solicita la invitación de alguien que ya esté adentro. “El cuidado de los miembros es muy importante, porque es un grupo en el que se comparte una cantidad impresionante de información privada diariamente”, afirma Francisco.

El arte también es una forma de acompañar. Juan Duncan (@ego.png) es un ilustrador que por medio de sus historias comparte información y experiencias de personas en diferentes lugares del país.

fuente

Otra página es el Recursero Trans, una colección de herramientas y estrategias trans-comunitarias que reúne información útil para personas trans. “Intentamos siempre que podemos ir posteando y actualizando la página a través de las experiencias de distintas personas que se acerca a contarnos cómo les fue”, dice Nat, quien forma parte del recursero desde 2020.

Tejer redes comunitarias es sumamente importante para las identidades trans, travestis y no binarias, sobre todo en un contexto en el que las leyes que les contemplan sólo se cumplen bajo determinadas condiciones, y estas sólo pueden ser conocidas a través de la experiencia.

Mini bio: Le causan repulsión las cajas, los límites, lo estático, lo predecible y determinado. Por eso nunca puede describirse, porque le repugnan las palabras que le obligan a cumplir con un papel que aunque hoy le defina, mañana tal vez no quiera interpretar.

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«No me llames por tu nombre: a un año del DNI “X”
«No todes somos X»