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Alergia y alimentación, ¿cómo alimentarnos para prevenirla? | Revista Colibri
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Alergia y alimentación, ¿cómo alimentarnos para prevenirla?

Por Agustina Verdi

 

La primavera es un momento de floración, se abren los capullos de los árboles y las plantas e inundan los paisajes de color. El clima es cada vez más cálido y los días más largos. Pero hay personas que aunque reconozcan estos puntos a favor, pueden sufrir síntomas de alergia en esta estación. 

Además de flores de colores,en muchos lugares de Argentina aparecen las típicas pelusas de plátano que hacen estornudar a cualquier ser humano.  La primavera trae aparejada la alergia y la congestión. En esta estación hay una predisposición a irritación del aparato respiratorio, generación de mocos y otros síntomas más o menos graves.
Las alergias asociadas a la primavera no son producto de ella, en realidad tienen un causal genético, puede haber más o menos predisposición, mayor sensibilidad en las mucosas, entre otras cosas, pero esto no quiere decir que una persona que suele tener alergia, está condenada a padecer síntomas intensos siempre.

Una persona que nunca tuvo alergias, puede empezar a tenerlas en la edad adulta, si bien el factor genético predispone, no determina, lo que despierta estos síntomas es el ambiente tanto externo, como interno, dijo a Revista Colibrí Mariel Sposato, Licenciada en Nutrición, M.P. n° 6135.

Si hay predisposición a alergia pero se hacen cambios en el entorno, puede que entonces no llegue a expresarse. En cambio, si el entorno es poco saludable o tóxico, se favorece a que esos genes se expresen y aparezca la enfermedad.

Como sugirió la nutricionista Mariel Sposato, mejorar el entorno implica llevar adelante prácticas saludables, fortalecer la salud y el sistema inmunológico de manera integral, para que ante la presencia de esos alérgenos, los síntomas sean más leves o hasta dejen de presentarse. 

No hay una única manera de trabajar los síntomas, cada organismo es diferente, en algunos se puede evitar el uso de medicamentos alopáticos propios de la medicina occidenal y en otros no. La respuesta certera de qué necesita cada persona la tiene el profesional que atiende su salud, pero se puede favorecer el entorno prestando atención en los alimentos que consumimos. 

Las recomendaciones de la licenciada Sposato son disminuir o eliminar el consumo de productos ultraprocesados y aumentar el consumo de alimentos naturales o mínimamente procesados, cuidar la flora intestinal, hidratarse (aumentar el consumo de agua y disminuir el de bebidas azucaradas o alcohólicas) y consumir más frutas y vegetales, idealmente de cultivos agroecológicos. Incorporar semillas y granos integrales a la alimentación y disminuir cereales y harinas refinadas.

 Las personas comen lo que tienen disponible. Por eso, tener alimentos saludables y dejar los ultraprocesados para consumos esporádicos puede ayudar a que no sean la primera opción. Otro gran cambio de hábito es cocinar más.  

“El delivery puede sacarnos de un apuro, pero si nos adelantamos, y nos proponemos un día a la semana stockearnos de alimentos pre-cocidos, en heladera o congelador, podemos transformar las comidas rápidas, caseras y más nutritivas”, recomendó la Licenciada Sposato.

Actualmente hablar de alimentación está de moda, se confunde una dieta para bajar de peso con una saludable. En redes sociales circulan recomendaciones genéricas, con resultados supuestamente instantáneos y mágicos como si pudiesen ser para todos los cuerpos aplicados de igual forma. 

También aparece la demonización o la devoción de tales regímenes dietarios hechos de discursos radicalizados que muchas veces ficcionaliza el proceso y los resultados de consumir determinado alimento o incorporar determinado hábito para vender productos, experiencias, asesoramientos.

Las recomendaciones generales ayudan a tomar acciones para mejorar hábitos individuales, pero la nutrición de cada persona es y debe ser adecuada a su contexto, sus necesidades, sus posibilidades y objetivos personales, lo que le funciona a una persona no tiene por qué funcionarle a otra. 

Son les profesionales de la nutrición quienes se encargan de adecuar planes alimentarios a las necesidades de cada individuo. 

“El mejor momento para ocuparse de la salud es ahora (no importa cuando leas esto). Si nos alimentamos de forma equilibrada, nuestro hígado, riñones e intestinos funcionan bien. Cuanto más saturemos de productos y medicamentos que en exceso el cuerpo no necesita, estaremos boicoteando nuestro propio bienestar”, advirtió la nutricionista a Revista Colibrí.

La alimentación no es lo único a lo que se debe prestar atención, hay otros sostenes de la salud como son: la salud mental, emocional, el control del estrés, la actividad física el descanso adecuado, la exposición al sol, la reducción de horas frente a pantallas entre otros hábitos que favorecen al entorno y al mejoramiento de la salud.

Si bien en la primavera afloran alergias, la licenciada Sposato sugiere no esperar a la llegada de una estación en particular, ni mucho menos a la aparición de sintomatología como la alergia para iniciar el registro y cuidado de la salud en general. Hay que prevenir y para esto lo mejor es llevar adelante una alimentación saludable y equilibrada que, junto con otros hábitos, ayudan a mejorar la salud de forma integral.


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